Es difícil bailar con el diablo en tu espalda

Fueron un par de palabras, un par de lágrimas, y un café de por medio.


Los arrepentimientos se juntan como viejos amigos,
Están aquí para hacerte revivir tus momentos más oscuros.
No veo la manera, no veo la manera.
Y todos los demonios salen a jugar.



No quiero ir. Realmente no quiero ir. Pero va a llegar el momento en que todos armen sus valijas y suban sus fotos a Twitter o Instagram, y se que me voy a arrepentir tanto que me voy a enojar mucho conmigo misma. Anoche estaba tan segura de ir... y hoy, cuando llegué al colegio casi logro convencerme de que no ir sería un grave error. ¿Por qué sería un error? Si es solo un viaje y nada más que un viaje. Aparte no va nadie. Estoy bastante cansada de no saber que decisiones tomar. Mi respuesta favorita es "no sé", porque realmente no tengo idea de lo que quiero hacer. Es bastante molesto no saber lo que queres. Porque si decís que si, pero no estas del todo segura. Porque decías que no, pero ¿realmente no queres?



Vos sos como yo.
¿Por qué?
Porque te guardas todo lo que sentís. Agustina, en algún momento, vas a explotar.



Y todos los demonios quieren su pedazo de carne,

pero me gusta guardarme algunas cosas solo para mi.
Me gusta contener mis problemas.
Y siempre es más oscuro antes del amanecer. 



No es un tema de vida o muerte. Es solo un viaje. Pero la charla que tuve con ellos con respecto a los motivos por los cuales no quería ir, llegó a lugares insospechados. Básicamente, hablamos de cosas que jamás pensé que serían un motivo para no viajar. De por si, siempre estuve insegura de este tema del viaje. Pero ese día llegué a conclusiones muy tristes. Hablamos de un montón de cosas, hablamos de la ayuda que necesitaba (y necesito). Y estuvimos como 4 horas hablando de todo, absolutamente todo. Me dijo que habíamos pasado por cosas muy terribles como para que me preocupe por un viaje. Me dijo que tengo un montón de cosas guardadas. Me preguntó por qué no me paraba y los mandaba a la mierda, y me preguntó por qué no me animaba a hacerlo. Hablamos de todos los rencores que me quedaron de aquella vez. Y tenía mucha razón cuando me dijo que iba a explotar.


Realmente estoy llena de rencores. El otro día le estaba contando a una amiga todas las cosas que me quedaron por decirle a esas personas y como siempre trato de dejar ir todo, de olvidar. Estonces ella me dijo: "Y bueno, ¿por qué no vas y se lo decís? Te hace mal estar así." y tenía mucha razón. Todos los caminos de mi vida conducen hoy día a aquella pelea que quiero olvidar, pero no puedo. Y tengo un montón de sentimientos guardados muy dentro mío bastante feos. Eso, es lo que hoy me consume. Y uno no puede pararse de la nada a decirle al otro todo lo que nos pasa "por su culpa". Pero ¿por qué no puede hacerlo? ¿Uno no puede hacerlo, o no está listo para cargar con el peso de las consecuencias?



Y he sido una tonta, y he estado ciega.

No puedo dejar el pasado atrás.
No veo la manera, no veo la manera.
Yo siempre estoy arrastrando este caballo.



Es bastante feo que te pasen ese tipo de cosas. Es bastante oscuro tener tantas cosas para sacar y no poder. Porque, hasta hace poco, yo me sentía como una persona con problemas normales, pero de repente me encuentro con que la gente que me rodea me dice que no hago más que guardarme todo para adentro, y es verdad. Y es triste. Y el cuerpo duele, porque como todos dicen, el cuerpo siempre te pasa factura. Y vas al colegio diciendo que tu cara es por no dormir, porque realmente no dormiste. Pero tus ojos hinchados no son de sueño. Vos sabes bien de que son.




Decime la verdad. Vos estuviste llorando.

Si, ayer a la noche.
Cuando las personas no duermen, tienen ojeras. Vos tenes los párpados hinchados.
Si, estuve llorando.


--------------------------------------------------------------



Si no queres ir, Decidite ahora.




Y otra vez, no me puedo decidir. Tengo miedo de que eso que me pasó tantas veces este último año me pase en esos 9 días. Donde voy a estar lejos, muy lejos de mi familia. Y cuando fui a ese viaje de fin de curso con esos pocos 11 años que tenía, la pasé mal. Y lloraba todos los días. Y me acuerdo que mi mejor amiga no había ido a ese viaje, y era una experiencia que me hubiese gustado que hayamos podido vivir juntas. Y en esta oportunidad, si voy a ir con mis amigas. Pero en general, no vamos muchos, y no hay entusiasmo. Y me tengo que decidir ahora. Y las amigas que me hice en este tiempo no van. Y no quiero pensar en lo que va a pasar en ese viaje, porque esas personas nunca se rieron conmigo, siempre se rieron de mi. Y eso me molesta. Me molesta que esas personas me caguen algo que quise hacer toda mi vida. Pero es un poco de todo. Yo les explicaba a dos de mis amigas, que estaría 100% segura si a ese viaje fueran todos mis amigos, porque eso realmente seria un viaje de egresados que valdría la pena pagar. El otro día lo hablamos y las tres dijimos que el grupo que iba no era el grupo. Era un rejunte de quienes podíamos pagarlo. Y tengo unas ganas terribles de ir, pero a la vez no quiero ni pensar en estar 9 días lejos.  



Más allá del viaje, hablamos de todo eso que tengo adentro. Y como dije, no puedo ir y largar todo de una. Pero me dijo que si yo seguía así, algún día iba a explotar. Como en mi entrada anterior, sigo sosteniendo que todos los caminos conducen a la explosión, a mi explosión. Y me estoy inflando cada vez más, que tapo todo lo bueno que hay. Y no disfruto de los momentos felices, porque siempre los rencores se me ponen en frente. Como si fueran un impedimento. Como si fueran una piedra que no me deja avanzar. Como si todos esos rencores, fueran el alfiler. Si, los mismos rencores que me hacen inflarme, son ese alfiler que algún día me va a pinchar. Yo misma, soy la responsable de mi propia explosión. 




Esta noche voy a enterrar ese caballo en el patio,

porque me gusta contener mis problemas.
Y porque siempre es más oscuro antes del amanecer.







Comentarios

Entradas más populares de este blog

¿por qué siempre escuchas las cosas malas y nunca escuchas las cosas buenas?

manual de instrucciones para rendir un final

la paz nunca fue una opción