Loving him was red

Mirarlo a los ojos era todo lo que estaba bien en este mundo.

Abrazarlo era como sentir los fuegos artificiales de Año Nuevo en el pecho.

Reírnos y disfrutar juntos de la vida era como escuchar Enchanted en un castillo de hadas al atardecer.

Entendernos era como si de repente todas las X de matemática se descifraran solas.

Verlo sonreír era sentir que todo estaba bien de nuevo.

Cruzarlo en los pasillos era como escuchar Hey soul sister y sentirte viva.

Amarlo... era sentirte viva.

Tocarlo era como darse cuenta que todo lo que siempre quisiste estaba ahí, enfrente tuyo.

Memorizarlo fue tan fácil como saber todas las palabras de tu vieja canción favorita.

Pelear con el era como tratar de resolver un crucigrama y darse cuenta que no hay una respuesta correcta.

Lamentarlo era como desear que nunca hubieras sabido que el amor podía ser tan fuerte.

Perderlo fue azul como nunca supe.

Extrañarlo fue gris oscuro, solitario.

Perdonarlo fue como tratar de conocer a alguien que nunca viste.

Pero amarlo era rojo.

Amarlo era rojo.