Nobody knows where they might end up...

Ese día estábamos en el cementerio, hasta que ella se acercó y me dijo:
Lo siento mucho, linda. 
Y entre lágrimas, no supe más que decirle:
Bueno.

Estoy harta de hacerme la fuerte. Hablemos en crudo, total nadie que yo no quiera que lea este blog lo hace. Me siento insuficiente. Siento que las personas, conmigo, se quedan con ganas. No solo porque yo no doy todo, sino porque las personas esperan un poco más de mi. O creo que esperan demasiado, y no les doy todo porque no me animo a hacerlo.



Lloraba desconsoladamente, y él me pregunto que me pasaba.

Nada. No me pasa nada.
Te quejas de que nunca te preguntamos como estas, pero ¿Vos me preguntaste a mi alguna vez cómo estaba? ¿Alguna vez lo hiciste?
Y él se fue de la habitación.


Soy muy egoísta. No dejo de pensar en mi todo el tiempo. Y lo que hice ayer, creo que no me lo voy a perdonar jamás. Porque no hay cosa más mierda que hacer lo que yo hice ayer. Y entre lágrimas la tuve que abrazar a mamá y desearle un feliz día, porque no daba más. No me daba el cuerpo de tanto llorar. Y hoy, cuando me desperté fui al baño y me vi al espejo. Los dos ojos, totalmente hinchados. ¿De qué? De angustia, de dolor, de stress, de cansancio, de insuficiencia, o de no merecerme las cosas buenas de la vida.



Señalando a la imagen de la chica que estaba en mi carpeta, lo miré a él y le dije:

Yo voy a ser como ella.
Si. Vas a ser como ella.

En ese entonces llegó una de mis amigas, y él le dijo lo siguiente:
Agustina dice que va a ser como ella.
A lo que mi amiga respondió entre risas:
Si Agus, seguí soñando.


Cuando mi amiga se fue, lo miré y le repetí:

Yo voy a ser como ella.


Hablemos de que en tercer año, me mirabas a los ojos y veías una sola cosa: Brillo. Brillo de ambición, de metas y sueños. Brillo de esperanza, de saber que algún día voy a llegar. Y hoy, el brillo que hay en mis ojos solo puede tener que ver con tristeza. Y si, es angustiante. ¿Saben que es lo peor? Que hay gente que lee esto todos los días, no solo porque lo verifiqué desde su propio celular, sino porque las estadísticas del blog dan datos muy específicos de las personas que lo visitan (sistema operativo, país, etc). Es decir, se que lees esto. A vos te estoy hablando. Se que lo lees, y también se que durante toda nuestra vida te cansaste de repetir que ibas a estar en las buenas y en las malas. Por si no lo sabías, esta que estoy pasando ahora es una mala. Pero te perdono, porque comprendo totalmente tu postura de no querer cargar con los problemas de otro. Lo que sí, te digo una cosa: nadie, pero absolutamente nadie, tiene la obligación de venir a preguntarme como estoy; pero vos sí, y si querés saber por qué, porque me lo prometiste, y porque realmente te necesito.



Nadie tuvo la obligación de venir a preguntarme como estaba.

Nadie tuvo la obligación de traducir la última canción del playlist del blog. Pero siempre estuvo ahí, oculta... con miles de mensajes para dar.

Nadie tuvo la obligación de ayudarme, porque yo nunca pedí ayuda. Pero, ¿me crees si te digo que si la necesitaba?

Comentarios

  1. Hay miles de personas que dicen que van a estar en las malas y cusando ese momento llegas desaparecen,te entiendo. Me encanta como.escribis, te sigo todos los días, leer el blog ya es parte de mi rutina. Sos los mas

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    1. Totalmente, te dicen que van a estar siempre pero después (sabiendo que estas mal) ni se acercan.

      Gracias!!!! mil gracias por lo que me decís, me alegro de que mi blog sea parte de tu rutina. Esas cosas son muy importantes para mi. Espero que no dejes de leerlo. Gracias! :)

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