Sobre el punto 20.
Primero leer "Sobre cosas hermosas. Sobre cosas importantes" antes de continuar.
20. Vamos a estar bien.
Últimamente estoy hablando mucho de las necesidades. El saber que vamos a estar bien no nos asegura nada, porque, en lo personal, yo creo que el ser humano constantemente necesita de alguien al lado que se lo diga.. que se lo repita cada vez que uno lo necesite. Por ende, si nadie está a nuestro lado ¿quién nos va a decir que vamos a estar bien?
El otro día estuve en una fiesta donde un 20% de las personas estaba a punto de vomitar todo el alcohol que había tomado, y es muy loco que lo siguiente me haya inspirado a escribir esto, pero me conmovió algo y fue las personas que estaban alrededor. Más allá de que vomitar alcohol en una fiesta se aleja extremadamente de la soledad y de la necesidad de estar bien, encontré ese punto en común: vi a personas sentarse al lado de quienes estaban mal, y los vi diciéndoles que iban a estar bien, y que se iban a quedar ahí, y que no iba a pasar nada malo. Convengamos que cuando estas en tu punto límite con el alcohol necesitas alguien que te diga todas esas cosas porque, básicamente, nadie quiere cargar con el quebrado entonces ellos no se quieren quedar solos. Pero como alguna vez dije, escribo a partir de cosas simples que me inspiran a hacerlo, y mientras estaba sentada sosteniéndole la mano a una compañera, aquella noche, me puse a pensar en todo esto. Todos necesitamos a alguien al lado que nos diga que vamos a estar bien. Alguien que se siente, nos agarre la mano con una y con la otra nos abrace, y nos diga que las cosas van a estar bien. Yo me di cuenta de eso en el verano, porque estuve completamente sola. Porque no hablé con ninguno de mis amigos, y porque necesité eso. Yo se que no hubiera caído en todo lo que caí si cada vez que me sentía mal, alguien venía a consolarme. Todo lo que yo viví entre el año pasado y el verano, me lo guardé para mi. Nadie supo como realmente estuve, porque por más de que en el blog he sido muy cruda respecto a mis sentimientos, nadie realmente supo lo que yo sentí en noches en las que solo pensaba en una cosa, cosa que no voy a decir que era, pero pensaba en eso constantemente. Todas las cosas que yo viví, desde mi soledad hasta esa fiesta, fueron cosas que me hicieron darme cuenta de todo esto. Todos necesitamos alguien que nos diga que vamos a estar bien, alguien que nos mire y sepa como la estamos pasando, alguien que se preocupe por nosotros, alguien que se asegure de que vamos a estar bien, porque llega un punto en el ser humano en que no podemos controlarnos solos, en que estamos tan débiles que necesitamos a alguien; momentos de desesperación en que alguien nos tiene que parar. Nosotros vamos a estar bien, yo lo sé a eso, vos también lo sabes. Y en momentos así, lo único que necesitamos... es eso, estar bien.
Por eso, vamos a estar bien, y no prometo cosas... pero te lo prometo.
El otro día estuve en una fiesta donde un 20% de las personas estaba a punto de vomitar todo el alcohol que había tomado, y es muy loco que lo siguiente me haya inspirado a escribir esto, pero me conmovió algo y fue las personas que estaban alrededor. Más allá de que vomitar alcohol en una fiesta se aleja extremadamente de la soledad y de la necesidad de estar bien, encontré ese punto en común: vi a personas sentarse al lado de quienes estaban mal, y los vi diciéndoles que iban a estar bien, y que se iban a quedar ahí, y que no iba a pasar nada malo. Convengamos que cuando estas en tu punto límite con el alcohol necesitas alguien que te diga todas esas cosas porque, básicamente, nadie quiere cargar con el quebrado entonces ellos no se quieren quedar solos. Pero como alguna vez dije, escribo a partir de cosas simples que me inspiran a hacerlo, y mientras estaba sentada sosteniéndole la mano a una compañera, aquella noche, me puse a pensar en todo esto. Todos necesitamos a alguien al lado que nos diga que vamos a estar bien. Alguien que se siente, nos agarre la mano con una y con la otra nos abrace, y nos diga que las cosas van a estar bien. Yo me di cuenta de eso en el verano, porque estuve completamente sola. Porque no hablé con ninguno de mis amigos, y porque necesité eso. Yo se que no hubiera caído en todo lo que caí si cada vez que me sentía mal, alguien venía a consolarme. Todo lo que yo viví entre el año pasado y el verano, me lo guardé para mi. Nadie supo como realmente estuve, porque por más de que en el blog he sido muy cruda respecto a mis sentimientos, nadie realmente supo lo que yo sentí en noches en las que solo pensaba en una cosa, cosa que no voy a decir que era, pero pensaba en eso constantemente. Todas las cosas que yo viví, desde mi soledad hasta esa fiesta, fueron cosas que me hicieron darme cuenta de todo esto. Todos necesitamos alguien que nos diga que vamos a estar bien, alguien que nos mire y sepa como la estamos pasando, alguien que se preocupe por nosotros, alguien que se asegure de que vamos a estar bien, porque llega un punto en el ser humano en que no podemos controlarnos solos, en que estamos tan débiles que necesitamos a alguien; momentos de desesperación en que alguien nos tiene que parar. Nosotros vamos a estar bien, yo lo sé a eso, vos también lo sabes. Y en momentos así, lo único que necesitamos... es eso, estar bien.
Por eso, vamos a estar bien, y no prometo cosas... pero te lo prometo.
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