Long Live

















*Cuando Puck termina de cantar esta canción, Quinn se hecha a llorar*


Puck: Todavía puedo cortar tu corazón.

Quinn: Me encantó la canción. Pero no lloro por ti. Lloro porque hasta que cantaste esa canción, la había olvidado. Entonces, en un par de años, olvidaremos todo esto
Puck: Por eso debes aferrarte a tu pasado y no estar avergonzada de el. 



Y así es, Quinn Fabray. Pero no quiero. Hay una escena muy recordada de Will Schuester en su auto, manejando con esa cara que todos conocemos: la cara del hombre que debe conformarse con lo que la vida le dio; hasta que en un momento, suena en la radio la canción icónica de Glee: Don't Stop Believin', y es ahí cuando Will frena el auto, estaciona a un costado de la ruta, y se larga a llorar como si fuese un nene.


Y supongo que esa escena es un reflejo de todos nosotros en 30 años.

Glee se está acabando. Se está esfumando. Se está perdiendo en el tiempo como todas las cosas que se van en nuestra vida, y con eso se van miles y miles de recuerdos. En lo personal, es la primera vez que estoy viendo y viviendo el final de una serie en vivo, porque generalmente he visto series ya terminadas, y generalmente no solía pensar que algún día Glee se iba a terminar. Pero así es. Glee se se está terminando, se está yendo. El viaje está llegando a su fin. Y creo que todos estamos en ese momento en el que estas sentado en el micro o en el avión, volviendo del mejor viaje de toda tu vida... y no te queres bajar. No querés volver a la realidad, simplemente porque no. No.

Glee nos cambió la vida a todos. Nos hizo ser mejores personas. Nos hizo reírnos, nos hizo llorar, y nos hizo sentir miles de emociones que jamás habíamos pensado sentir. Yo jamás pensé que iba a estar a favor de cosas como el matrimonio igualitario, ni mucho menos pensé que las personas malas son malas por algo, no porque si. Como Sue, como Santana, o mucho más allá... como Karofsky. Existe algo que los hace odiarse  a ellos mismos y lo descargan al mundo en forma de odio. Jamás en mi vida pensé que terminaría entendiendo a una persona así.

El 21 de Febrero terminaron de grabar Glee. Esas cosas son las que te dan un indicio de que esto es real. Realmente se está terminando, realmente... se termino. Se terminaron las canciones, ya no van a grabar otra. Y se terminaron los pedidos, ya no podes quejarte ante nadie porque ya no se puede cambiar nada y todo quedo ahí. Es como la metáfora que utilicé cuando escribí New Directions: Es como cuando pones muchas cosas en una bolsa y de repente no entran más; por mucha fuera que vos hagas, no entran más cosas. La diferencia que existe entre New Directions y esta entrada, es que después de aquel capítulo, podías abrir otra bolsa y meter cosas nuevas, pero acá no. Ya está, y si, hay metáforas mucho mejores que esta, pero la bolsa se cerró. Y dentro de ella, se encuentra todo lo que esta maravillosa serie nos dio.



Es triste despedirse. Es triste que se despidan. Saber que queda muy poco tiempo para verlos hacer "algo nuevo"... es triste. Es extremadamente triste. A mi, esta serie me acompañó durante toda mi adolescencia, literalmente. Empezó cuando yo empecé la secundaria, y justo en mi último año, se termina. Y ya está, esta vez no creo que exista una vuelta atrás. Esta serie sobrevivió a miles de cosas: la graduación de la mitad de los originales, le llegada de nuevos que (lamentablemente) no les cayeron bien al público, el fallecimiento de su propio protagonista (el cual amabamos todos y fue terriblemente doloroso), y la perdida de aquella esencia que tenía en sus primeras dos temporadas. Es prácticamente un milagro que la sigan dando. Y si, a veces nos enojamos porque no nos gustan las decisiones de los escritores, o los personajes nuevos, o rogamos con la vuelta de Dianna Agron, o muchas cosas más... pero en el momento en que te dicen que se termina, es el momento en el que realmente aprendes a valorarla por todo lo que en el pasado te dio, por todo lo que hizo por vos como persona. Por ese viaje de seis años que seguramente, fue uno de los más lindos de tu vida.

Mil veces hablé de Glee, y siempre voy a repetir esto: Si, es raro hablar tan sentimentalmente de una serie, pero es que Glee... fue mucho más que una serie. A mi me cambió la vida, me ayudó a ser mejor persona, a ver el mundo de otra perspectiva. No me acuerdo que era lo que hacía antes de ver esta serie, ni siquiera recuerdo si existía algo que me llenara la vida como lo hizo ella. Fue un antes y un después. Y no fue cualquier serie, fue una serie que nos enseñó a aceptar a los demás por lo que eran, pero sobre todo, nos enseñó a aceptarnos a nosotros mismos. Glee nos enseñó a vernos al espejo sin miedos. Yo hoy me miro al espejo, y por más de que todavía no sea una persona completamente segura, lo poco que pueda tener de ello lo tengo gracias a Glee. Yo no sé si antes de conocer esta serie me preguntaba cosas como si soy segura de mi misma o cual era mi máxima aspiración en la vida. Se ganaron un lugar en mi. Lugar que ahora se llevan. Porque eso es lo que siento: siento que con ellos, se van muchas partes de mi; se cierra una etapa muy linda de mi vida. Ellos estuvieron cada mañana cuando fui al colegio, y cada vez que estaba triste por algo, y cada vez que... simplemente... los necesitaba. Ellos estaban. Estaban ahí con sus voces increíbles que me trasmitían emociones infinitas. Fueron más que el cast de una simple serie, porque no era una simple serie, ni esos chicos eran cualquier grupo de chicos.

Eran especiales.




Yo creo que voy a tener una deuda con ellos de por vida, porque lograron cosas que nadie pudo lograr. Vinieron de otro planeta y en un horario central plantearon la idea de ser diferente y aceptarlo. Plantearon la idea de ser distinto, especial. Esa idea de un grupo de personas con diferentes personalidades y con diferentes esencias y lugares de procedencia, que así y todo podían convivir en paz. Un grupo formado por actores especiales, únicos, con las mismas esperanzas y sueños que tenían los personajes a quienes daban vida, y con la misma intención de cambiar el mundo para bien, para adelante.


En el video que acaban de ver, hay una frase que dice: "A veces me pregunto a donde encontraron a todos estos chicos." y si que es así. ¿A dónde estaban? ¿Cómo terminaron juntos? Y por más mala que se haya vuelto la trama de Glee, cada uno de esos chicos estaba destinado a estar ahí, a ser parte del cambio. Cada uno de los de la primera generación estaba destinado a ser parte de los que nos cambiaron la vida. Dianna Agron estaba destinada a ser el personaje que más ha cambiado, y Naya Rivera estaba destinada a ayudar a miles de chicas con su historia de vida, y Chris Colfer estaba destinado a interpretar al, para mi, mejor personaje de Glee. Fuera de lo que después es Klaine, el personaje de Chris Colfer fue el primero que se planteo como un chico que sufria la homofobia en carne propia y así y todo se levantaba y seguía con la frente en alto. No es mi personaje favorito, pero no tengo duda de que sea el mejor. Y también pienso que de alguna forma, todo son los mejores... todos son especiales. Esos chicos estaban destinados a ser parte de ese grupo, porque esa era la forma de que nos conociéramos, de que supiéramos quienes eran. Esa era la forma de poder transmitirnos todo lo que nosotros en algún momento íbamos a necesitar. Y es por todo esto que se merecen miles y miles de premios. No solo esos premios de oro que te dan en las entregas. Me refiero a premios más importantes, como el amor que todas las personas que alguna vez vieron Glee tienen por ellos.




Y yo realmente no sé si algun día voy a poder olvidar todo esto. Me marcaron la adolescencia, me traspasaron. Me enseñaron miles y miles de cosas. Me enseñaron a mirarme al espejo orgullosa y sin miedo. Me enseñaron a caminar con la frente en alto. Me enseñaron que siempre hay una forma de enfrentar los problemas. Siempre. Todo tiene solución, siempre y cuando tengas a las personas que más querés a tu lado. Y aprendí a aceptar al mundo de la forma en que venía. Aprendí a no juzgar a la gente sin conocerla. Aprendí a aceptarla, a entenderla, a respetarla. Todo esto y más me lo enseñaron ellos, un grupo de personas increíblemente talentosísimas. Y yo creo que realmente nunca me voy a olvidar de ellos. Cada uno dejo una marca especial: el luchador, quien siempre buscó que lo escucharan; el rebelde, quien pasó de ser un chico problemático a ser parte del ejército para defender a su país; la bitch, odiada por todos, incluso por ella misma... hasta que un día se cansó y sacó a la luz su verdadero yo; el bailarín lleno de sueños para su futuro el cual no era apoyado por sus padres; la tonta, la cual era subestimada por todo el mundo y hasta en cierto punto, por ella misma... hasta que se hizo valer y demostró no ser ninguna estúpida; la chica linda que queda embarazada a los 16, a en adopción a su bebé, se convierte en punk, tiene un accidente y queda en silla de ruedas, y se pasa toda la serie buscando amor, sin saber que primero... debía amarse a si misma; la amiga leal quien era tímida y se escondía en el fondo hasta que un día se dio cuenta de que era mucho más que eso; el soñador, quien se la pasaba soñando con volver a caminar, o quien era el que más había perdido y sin embargo seguía adelante; la diva, quien brillaba en cualquier escenario y soñaba con una ovación de pie; el valiente, quien enfrento todas y cada una de las situaciones problemáticas de su vida como un hombre y siguió adelante; el chico ingenuo, quien por más ingenuo que haya sido, hizo todo lo que tuvo a su alcance para ayudar a su familia; la estrella, a quien le sobraban ovaciones de pie, pero lo que realmente quería era sentirse especial... y solo sus compañeros podían lograr eso; y finalmente el líder, el chico lindo, el Superman de los pasillos de McKinley... quien caminaba con seguridad siempre, sin embargo... nunca sabía a donde iba. 



Larga vida a todos ellos. Por ser lo mejor que me pasó en la adolescencia. Larga vida a todos ellos por enseñarnos los verdaderos valores de ella. Incluso a quienes ya no están... larga vida también, larga vida a Cory, que nos enseño miles y miles de cosas y todo lo que logró hacer en su vida con tan pocos años fue un ejemplo para el mundo. Gracias infinitas a el, a ellos. A todos y cada uno de ellos. Esto no se termina acá. No se termina el 20 de marzo. Esto sigue porque sus canciones siguen para siempre, sus enseñanzas y su todo... queda para siempre. Simplemente, gracias por todo lo que hicieron por nosotros. Gracias por la cantidad de vidas que salvaron. Gracias.






Comentarios

  1. Me he puesto a llorar como niña pequeña a media entrada, joder, porque son cosas que de alguna forma me niego, ¿sabes? El final.
    Una parte de mi se niega a aceptar que todo se acabó. Y esto me hizo chocar con la verdad.
    Amo tus entradas y como logras expresar lo que es Glee, lo amo y lo odio porque haces que se me acelere el corazón, porque es lo que siento y a veces no puedo expresarlo, pero tú lo haces. Me encanto, lo ame, no puedo decir nada más.

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    1. Tu comentario es hermoso, honestamente. Gracias por los halagos, y no creas que por haber escrito esto yo haya caído en que realmente es el final, porque creeme que no caí en absolutamente nada. No puedo creer que esto se está terminando. Me acompañó toda la vida y ahora... se van.
      Gracias por lo que me decís, en serio. Y como siempre, adoro que sigas leyendo lo que escribo. Me alegro de que lo hayas disfrutado pero no de que lo hayas llorado jajajajaja, que te puedo decir, también lo hice cuando escribí el post.

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