All or nothing

Volví para ganar. Volví para pelear. Para conquistar. Para brillar. Volví para darle a esta segunda oportunidad, una chance. Para dar todo o nada. Volví para decir que se puede salir de esos pozos negros oscuros a metros y metros de profundidad. Volví para decir que cuando tocas fondo, podes tomar el impulso necesario y salir, y saltar. Volví para sobrevivir. Aprendí con el tiempo que creer en que vamos a sobrevivir, es lo que nos hace sobrevivir. Es lo que nos hace creer. Volví, para volver a creer. Quiero volver a creer en alguien, en algo. Volví para no garantizar que no voy a volver a caer, pero voy a hacer el mejor intento por no volver a caer. ¿Saben lo que es querer detener el mundo en el preciso instante en que sos feliz? Es algo hermoso. Algo hermoso, como sentirse infinito. Volví porque de repente ya no estoy sola, y de repente el colegio no es ese lugar odiado, y no lo quiero dejar. Volví a sentir algo que no sentía desde fines del año pasado. O quizá, que no sentía desde el 2012. Sentir algo así por alguien... es lindo. Y empezó hace tres semanas y si, ya me choqué por lo menos 1 vez la cabeza contra la  pared. Pero me estoy queriendo más, y no voy a dejar de sentir lo que siento. Chocarse la cabeza contra la pared forma parte de la vida, así que mientras pueda estar enamorada, o me pueda gustar alguien, no me importa nada. Por ese chico anterior, dejé un monton de cosas que me gustaban. Todo sea para que me vea como yo lo veía a él. Y en el camino perdí mi esencia, y todavía la  estoy buscando. Y todo esto quizá forma parte de la búsqueda. Y eso me gusta. Volví para ser de nuevo. Volví a todo, o quizás a nada.

Y deseo con todas mis ganas que sea a todo.