Risas infinitas

Nunca creí que semejante título se lo iba a dedicar a este tema. Hay infinitos más grandes que otros infinitos, y un tipo de competencia entre dos de ellos es eta, a través de las risas.

Muy pocas veces me río tanto como lo hice hoy, y esas cosas me hacen bien. Cuando las risas parecen no terminar nunca, es genial. Hasta que me di vuelta, y él me estaba mirando. Me detuve en ese momento a observar a ese grupo. En un momento, ella también se dio vuelta a verme mientras hablaban... hasta que en un momento, hizo una especie de imitación de mi forma de hablar. Se que era sobre mí, porque pocas semanas atrás me había hecho lo mismo, en mi propia cara. En el momento exacto en que terminó de hacerlo empezaron a reírse todos, todos esos chicos que estaban en ese grupo. En ese momento estaba hablando con una de mis amigas, y me bloqueé.

Cuando llegué a mi casa respiré, porque llega un punto en que todo lo que podemos hacer es seguir respirando. Me encerré en el baño y me miré al espejo. Imaginé o simulé hablarle a otra persona y le dije algo muy claro: "Nunca te rías de alguien, porque de una forma u otra, se da cuenta. Y no sabes como eso le afecta, y no sabes cuantas veces llora por día. Y no sabes que le pasa por la mente. Y no sabes si esas crueles risas son una gota más, o la gota que rebalsa el vaso. Y no sabes si el vaso ya se rebalso, y no sabes que le podes causar. Pero creeme, de una forma u otra, se da cuenta." Y después de eso me puse a pensar en esa competencia entre cual de las dos risas era la más fuerte, la más infinita... si la de ellos, o la nuestra. Y me di cuenta de una cosa: nuestra risa me hacía sentir infinita, pero su risa es la que ganó, es la que fue infinita, es la que en mi cabeza no terminaba nunca, y eso... fue horrible.

Ellos nunca ganan en realidad.

Y nunca te rías de nadie, porque no sabes lo que se esconde detrás.