Y los pinchazos duelen


Tengo una filosofía o una idea. Siempre, de chica, le contaba a mi mamá todo lo que pasaba en el colegio, y mamá decía que algunas iban a terminar solas, porque eran complicadas o por demás cosas. Tengo la idea de que no es lo mismo que a una mesa de examen vayan 28, a que vayan 9. No es lo mismo, en absoluto. Creo que cuando te peleas con todos, el problema lo tenes vos, no el resto. Pero nunca creí que iba a ser yo la que termine sola, la que no aguanten, o la del problema. Quizá vino con el combo de la adolescencia, porque yo no era así. Cada 2 por 3 me quedo sola, y es como si ya estuviese acostumbrada, pero también tengo la idea de que así te pinchen todos los días y te termines acostumbrando, el pinchazo siempre va a doler. Por lo tanto, estar acostumbrada me duele. Es triste, más que nada. Soy muy cambiante. Y de repente pasa todo esto de AC y yo quedo en el medio. Es horrible, realmente lo es. Duele ver como quienes se conocieron gracias a vos, te dejaron sola, tirada, como si hubieses sido la nada misma, como si hubieses sido solo un conector. Ninguno se dio cuenta de que eras una persona, sentías, y sentís. Y eso es importante. Y no es lo mismo 28 que 9. Y los pinchazos duelen. Y es difícil asumir que vos sos la que al final de todo, tiene el problema. Es difícil asumir que todo eso que vos alguna vez pensaste en que jamás te iba a pasar, te pase. Es muy difícil.


Y ahora entiendo porque estoy sola.


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