Volver a creer, después de todo

A partir de ahora cambio algo en mi. Antes creía que todas las personas eran buenas, que todas me iban a dejar una enseñanza, que todas me iban a inspirar confianza, y que todas eran increíbles. Pensaba que no me podía pelear con una persona, pensaba en que las personas no tenían maldad, que no existía la falsedad, y realmente lo pensaba. Es terrible el choque que das con la realidad cuando te desilusionan.

No toda la gente es buena gente.

No todas las personas inspiran confianza, porque créanme que si tienen 10 amigos... solo hay 1, o 2 que realmente son personas confiables.
No todas nos dejan enseñanzas.
No todas son realmente increíbles.
No todas tienen el mismo valor. 
No todas tienen la misma humildad.
No todas tienen una sola cara.

Realmente siento que ahora empiezo a creer solo en quienes merecen eso, encontré personas en las que puedo confiar, y en las que puedo creer. Algunas las conozco hace años, y a otras no. Existen personas que no te juzgan por tus gustos, que te quieren como sos, porque sos así, y no hay otro. Aprendí a ver quienes son los que realmente me quieren, a ver a los que realmente me valoran, y a conocerlos, y ver si yo creo en ellos. Y entendí que alguien que te defrauda una y otra vez, en el fondo no te valora tanto del todo. Me di cuenta que no sirve de nada ser amable y positiva con la gente que me contesta mal, porque hay gente que hace tanto mi vida, y esa es la que si se merece que yo sea amable y positiva.

Que gente como Tatiana, Chulu, Brenda, Gabi, Sarai, Sabri, Naza o cualquiera que pueda leer esto ahora me diga que hago bien lo que hago, de alguna u otra manera, me llenan, me hacen bien, de alguna manera me hace sentir que no estoy por nada escribiendo esta o cualquier entrada. Me hacen sentir que estoy cumpliendo uno de mis sueños. 

Aprendi a valorar a quienes realmente valen la pena. Volví a creer, después de todo, supongo.

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