Olor a libro nuevo

No se como explicar lo que me paso ayer. Leí muchos libros, muchas historias, de hecho escribo. Pero nunca me había dado cuenta de algo que para los lectores es una obviedad.

Una librería. Me sentía tan ahogada que entré a una librería. Cada vez que entro a una suelo sentir paz, olor a libros... es como mi lugar en el mundo. En todo el mundo. Pero ayer... lo sentí distinto. Conozco tanto esos lugares que son mi tercer casa. Ayer estaba ahogada. Ayer estaba en pánico... otra vez. Pero habré estado 30 minutos ahí adentro y me sentí nueva. Es como si en la entrada hubiese Algo que te saca todo lo malo. Algo que te hace olvidarte de tu vida, de tus problemas, tus emociones negativas, tus dolores, tus pánicos, tus miedos... porque ese lugar es un lugar al que ellos nunca irían. Ahí es donde soy libre, donde soy yo misma. Podría quedarme horas dentro de una y sentir paz, tranquilidad, silencio de ese lindo silencio. Esas cosas son lindas, esas cosas me gustan. El olor a libro nuevo, la tranquilidad, las historias y los mundos dentro de esas hojas que son los únicos que te hacen viajar, la gente... tu gente.

Ellos nunca entrarían a una, y no los juzgo por eso. Estoy feliz de saber que ellos nunca entrarían a una.

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