Solo tratamos de ocultar el dolor
Sé que soñas a lo grande. Sé que cada vez que llegas a tu casa, cansada del día que tuviste, desearías que él te esté esperando. Sé que cada vez que te tiras a llorar en el sillón no dejas de pensar en la vida que podrías haber tenido si hubieras cumplido tus sueños y hubieras alcanzado tus metas. Conozco eso de arrastrase contra la puerta del baño no haciendo más que derramar lágrimas, pensando en todo lo que podrías hacer... solo si te animaras a hacerlo. Conozco el sabor del café que te haces cuando solo queres tragarte todos tus sentimientos y usas una pobre taza como excusa.
Sé que sos la única que pisa las baldosas flojas en pleno chaparrón porque simplemente tenes mala suerte. Sé que todavía te quedan unas pocas esperanzas y que cada vez que te miras al espejo repetís que todo va a estar mejor, incluso sin la mínima posibilidad de que realmente lo esté. Sé que todavía queda un brillo de luz en esos ojos tristes. Sé que mientras las paredes de tu casa se caen, soñás con que tu familia pueda ser feliz algún día, por lo menos uno, como realmente se lo merece. Sé que tu mayor hobbie se trata de sacar la pintura floja de la pared que está más cerca de tu cama. Sé que cada vez que miras tu casa soñas con que algún día deje de serlo, porque no es lo que queres. Y sé que sos tan agradecida, que en el fondo sabes que esa no solo es tu casa, es tu hogar, y ni por las fuerzas más terribles podrías abandonarlo.
Sé que diste todo por un amor que nunca te correspondió, y sé que lloras todos los días por ello. Sé que amaste a una persona como jamás amaste a ninguna, y que si nunca lo hubieras rechazado hoy serías más feliz. Pero también sé que lo rechazaste porque no eras lo que él merecía, y por eso no te juzgo. Sé que te soltaron la mano en tu peor momento, pero sé que ellos nunca supieron que alguien iba a llegar a tiempo para volver a tomártela y salvarte de caer en ese vacío interminable.
Sé que soñas con viajar con él en una moto mientras recorren aquella ruta interminable con el viento haciendo volar tus mechones largos de pelo. Sé que crees en la gente que te hace sentir infinita, porque vos sabes muy bien que crees que él puede hacerlo. Y sé que crees en las noches en donde no se duerme, sino que se vive como nunca antes se hizo y nunca después se volverá a hacer.
Se que tuviste miedo de cambiar tu vida entera por esa sola persona. Y se que cuando te diste cuenta de que te estabas enamorando de alguien de tu mismo sexo se te pasaron por la mente todos y cada uno de ellos, juzgándote por cometer un terrible error, cuando en realidad, el error lo cometían ellos. Se que te moriste de miedo cuando esa persona te vio detrás de aquel árbol haciendo lo que siempre quisiste hacer. Y sé que cada mirada que observo tu presencia después de eso lo hacía porque aquel fulano no supo guardar tu secreto. Sé que no hiciste nada malo, porque en realidad lo que esta mal es este mundo, que camina al revés y nunca va a dejar de hacerlo.
Sé que aquella noche escapaste de aquel lugar en tu auto y te fuiste a no sé donde buscando una salida, sin saber que la única que había se encontraba dentro tuyo. Se que llegaste hasta aquel precipicio en busca de respuestas, y te encontraste con la forma más rápida de acabar con ese dolor interminable que te consumía de a poco. Sé que no lo hiciste porque en el fondo supiste que todavía algo tenía que quedar de felicidad, por más mínimo que sea. Y sé que aquella decisión no fue la más fácil que te toco en tu misera pero hermosa vida.
Sé de la cantidad de veces que prometiste que iba a ser la última vez que lo hacías y sin embargo la tentación te llevó a realizarlo una vez más. Se la culpa que sentís por haberlo hecho de vuelta. Sé que cada lágrima tuya es una pregunta y que cada respiro profundo que das es una respuesta. Sé que tenes miedo de volver a pisar la misma piedra y que en cierto punto comenzas a preguntarte si vos sos la que la pisa o la piedra decide ponerse en tu camino.
Sé que sos capaz de hacer todas esas cosas que la gente no cree que harías por el simple e inútil hecho de tener cara de buena y no ser capaz de callar a una persona de una trompada. Sé que tenes miedo de mostrarte como sos porque no te animas a que la gente te juzgue. Sé que te mostras como alguien oscura por el simple hecho de no animarte a decir que crees en los finales felices y en la persona que es capaz de lograrlo en tu vida.
Sé que todavía guardas los secretos porque las traiciones que sufriste a lo largo y a lo ancho de tu vida te hicieron entender que guardar un secreto es guardar un tesoro bajo siete candados y tirar la llave al río. Sé de la cantidad de veces que confiaste a ciegas y te desilusionaron por el simple hecho de no ver.
Sé que te prometiste no volver a hablar de él con tus amigas para tratar de olvidarlo, y sé que todavía no pudiste hacerlo porque al final de todos los caminos aparece aquel retrato de él siendo feliz sin la necesidad de serlo con vos, y sé que eso te duele más que un camión con acoplado pasando por encima de tu cuerpo y de tu alma. Sé que solo tratas de ocultar el dolor y de decir que todo va a estar bien porque realmente confias en que va a estarlo. Y sé que cada noche cuando cerras los ojos soñas con esa vida que solo existiría para siempre en tus sueños.
También sé que escribí esto con la esperanza de sentir que no soy la única en este mundo que cada noche cuando apaga la luz, sabe que lo que queda no es la oscuridad, sino aquellas vidas que nunca podría animarme a tener.
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