Fifteen

En las noches más profundas, en las noches en las que cierro los ojos solo para pensar cosas que no fueron.... en esas noches, me permito soñarlo. En esas noches, me permito sentir que soy una princesa. En esas noches, imagino el salón, los invitados, mi vestido y la música. En esas noches, imagino todo aquello que no pudo ser. Y no lloro.

Hay noches en las que tengo el vestido puesto. Un vestido color beige con corte princesa, mi corte favorito. Hay noches en las que me veo preparándome para la gran fiesta, mientras las personas más importantes de mi vida me están esperando en el salón. Hay noches en las que empieza a sonar Faithfully, la canción que había elegido para entrar... y me encuentro con todas ellas emocionadas de estar ahí, abrazándome.

He pasado toda mi vida imaginando como iba a ser la noche soñada que nunca fue, soñé como iban a ser cosas tan minúsculas como los souvenires, hasta cosas tan importantes como las personas. Tengo miles y miles de borradores con listas de invitados. Tengo en mi mente el diseño de la tarjeta, la cual se iba a relacionar con Glee. Tanto así como la torta. Tengo todo en mi mente. Lo tuve durante toda mi vida. Lo sigo teniendo, a pesar de que pasaron casi 2 años. Lo sigo atesorando. Y las canciones para cada cosa iban a ser las mismas. Y el vals lo íbamos a bailar con la melodía que suena en Harry Potter y el Cáliz de Fuego. Y yo iba a entrar con Faithfully. Y la torta iba a ser de glee. Y las invitaciones también.

He pasado toda mi vida imaginando como sería bailar con él.

No podemos elegir lo que nos va a pasar. Pero si de algo estoy segura, es de que las cosas que pasaron para que mi gran noche no se diera, pasaron por algo. Odio decirlo, pero aquello que pasó el 2 de Abril de 2013 no pasó por nada. Vino y arrasó con todo lo que tenía a su paso. Entre otras cosas, arrasó con mis sueños. Y no, una inundación no tiene justificativo, pero quiero, o intento creer que por algo me pasó a mi. Por algo nos pasó a nosotros. No se si en otra vida habremos hecho algo, pero es tarde para buscar respuestas. Quiero creer que la noche soñada no la tuve porque no la tenía que tener. Y quiero creer que mis listas de invitados tampoco fueron por nada. Quizá soñé tan en grande que me hacía falta un click para dejar de volar tanto por las nubes y caer en seco a la tierra. No lo sé.

Pero yo sabía como iba a ser mi noche soñada. Lo sabía desde chica. Y no me arrepiento de no haberla tenido. Quiero creer que hubo algo puntual que algún día voy a entender, que hizo que el sueño de toda mi vida no se diera. Sin embargo, no me siento frustrada. En cierto punto, me siento bien. En cierto punto, me pongo a pensar en que estaríamos comiendo hoy si hubiésemos derrochado billetes y billetes en una sola noche.

Tratas de consolarte de una forma. Sea triste o no. Tratas de encontrar una explicación. Y si, se que hay problemas más graves, siempre hay problemas más graves. Pero consolarse con alguien que está peor, es una mierda. Quiero y trato de pensar, que por algo no fue. Que por algo, toda esa noche quedó guardada solo en mis pensamientos.