Game Over
(Se terminó el juego)
A lo largo y a lo ancho de mi vida me odie por muchas cosas: por no esmerarme demasiado, por no se suficiente, por sentir que no soy suficiente, por no quererme lo necesario, por no ayudarme lo necesario, por rechazar cuando tendría que haber aceptado, decir que si cuando tendría que haber dicho que no y muchas cosas más... Pero ahora, en este momento, me odio por algo distinto. Porque nunca hice nada. Y esto se terminó, y nunca hice nada, y estoy enojada conmigo.
A lo largo y a lo ancho de mi vida me odie por muchas cosas: por no esmerarme demasiado, por no se suficiente, por sentir que no soy suficiente, por no quererme lo necesario, por no ayudarme lo necesario, por rechazar cuando tendría que haber aceptado, decir que si cuando tendría que haber dicho que no y muchas cosas más... Pero ahora, en este momento, me odio por algo distinto. Porque nunca hice nada. Y esto se terminó, y nunca hice nada, y estoy enojada conmigo.
Esto no puede terminar así. Pero se terminó.
Dicen que si una no se quiere lo suficiente no puede pretender que otros la quieran. Estoy enojada por eso, porque si me quisiera lo suficiente lo hubiese hecho. Lo hubiésemos encontrado, y hubiese hecho eso que tanto quería hacer. Es injusto. es injusto que no pueda quererme lo suficiente. Es injusto que las cosas se den así. Todo el tiempo me repetían que era una boluda, que tenia miedo de hacerlo, y es verdad. Por un motivo no puedo pasar esa barrera, no puedo cortar con esa cosa de un amor propio que no es suficiente. Siempre mendigo ultimas oportunidades y en algún punto estoy cansada. Me acuerdo de ese día en el que el no estaba tan dado vuelta y todo estaba relativamente bien y el me insistió, el me insistió para que lo hiciera, y ese día no lo hice por pelotuda. Pero yo me acuerdo que dos minutos antes mientras bajábamos las escaleras yo me decía y le pedía a no sé quien que hoy pase algo. Y el insistió, y yo no quise.
Fuimos al baño y una amiga me dijo te tengo malas noticias, y me las dio, y creo que se las conté a medio mundo. Y hubo un momento en el que estaba sentada en la mesa, y me puse a pensar que todo se trataba de él, que él era un complemento muy importante para mi en este momento, y que después de esas malas noticias todo me había parecido en vano: la fiesta de egresados, la cena de egresados, el último día, absolutamente todo. Todo se había tratado de él, y no era justo. No era para nada justo. No era justo que se haya ido antes, porque aunque mis amigos sigan sin creerme si lo encontrábamos yo realmente lo hacía. Pero en algún punto de mi creo que nunca me animé a buscarlo, nunca me animé a encontrarlo. Y todo era injusto.
Era injusto que se trate de él. Era injusto que todo se me viniese abajo. Era injusto que se haya ido. Injusto que no me quisiera tanto... ni él, ni mucho menos yo.
Una última decimonovena oportunidad no me vendría mal. Pero no lo voy a hacer, y todo va a terminar igual.
Comentarios
Publicar un comentario