Genuina

Cambié mi biografía, y generalmente cuando lo hago no lo comento, pero creo que esto si es importante.

Escribí algo relacionado al "¿Por qué?". "¿Por qué hago esto? ¿Por qué escribo y expongo mi vida de esta manera?". Y cuando escribo las cosas, no vienen de la nada misma, tienen una raíz. Justamente, tienen un por qué. 

Durante largos periodos de tiempo dejé de escribir. Dejé de pensar. Se me fue la inspiración. Se me fue la libertad. Cada vez que me sentaba y escribía, me sentía cohibida, me sentía introvertida. Antes era una máquina, literal. Mi cerebro no paraba de armar oraciones y mis manos no soltaban el teclado ni por un segundo. Pero empecé a sentirme perseguida. A sentir que todo lo que escribía, lo leían todos. Sentía que cada palabra era juzgada por cada persona a mi alrededor. Sentía.. miedo quizás, no sé. Muchas amigas me han dicho que escribo solo cosas tristes, que es deprimente sentarse a leer lo que expreso. Y honestamente, es un poco triste que te lo digan, pero es la verdad. Cuando estoy feliz, no tengo ganas de sentarme a escribir por dos cosas: la primera tiene que ver con el hecho de disfrutar la felicidad, las pequeñas cosas de la vida; y la segunda, tiene que ver con una frase que dice algo así como que no hay que hacerle saber a todo el mundo que sos feliz cuando lo estás, porque hay personas envidiosas, o personas que saben que estás feliz entonces quieren hacerte volver a caer. Pero cuando estoy triste, explayo todo. Porque si yo tuviese que sentarme con X amiga a contarle TODO lo que he vivido en este último año y medio, su mirada juzgadora no me va a hacer sentir cómoda. Por eso escribo en este lugar, porque se expresarme mejor, porque amo escribir, porque es mi lenguaje, mi idioma.

Mi blog es una parte de mi, es como mi apéndice. Si no aceptas esto, hay una parte de mi que no estas aceptando, porque esto es una gran parte de mi, es parte de mi vida. A ver, esto se trata de mi vida. Soy yo, estoy triste y estoy triste. Soy feliz... y soy feliz. Y punto. Nunca doy todo lo que tengo. Soy ingenua. Soy tímida. Puedo llegar a ser divertida. No trato mal a nadie. No me gusta decir que "no" porque es una palabra hiriente. No me gusta ser agresiva. Soy insoportable de mal humor. Soy insoportable cuando estoy histérica. Miro series. No paro de comer. Amo dormir. Amo escuchar música... Todas esas cosas son parte de mi, escribir el blog es una más. No aceptarlo es parte de las cosas que uno no puede llegar a aceptar de mi. Es así. Es mi forma de ver las cosas. Si queres que deje de ser deprimente, tirame una soga, ayudame, o no hagas nada y mantene el silencio.

Durante esos lapsos de tiempo en los que no escribí, una gran amiga, Brenda, me preguntó algo así como si había dejado el blog. Y la realidad era que no, la realidad tenía que ver con todo lo que mencioné anteriormente. Entonces, ella me abrió los ojos y me hizo saber cosas que ni siquiera yo sabía. Me dijo algo clave: "No tenes por qué contenerte, es tu blog y desahogate y hace lo que quieras con el, como ha sido siempre".

Y tenía razón.

Hice este blog para mostrar otra parte de mi, un lado oculto. Si te parece que lo que escribo es triste, depresivo, esta mal, no sirve, no ayuda o te baja el ánimo, te baja las ganas de seguir adelante, arruina tu vida perfecta o quebranta con tu felicidad, ¿Qué más puedo pedirte que no sea retirarte?

Y como dije en mi nueva biografía: si por algún motivo te ayuda, te da fuerza, te da esperanzas, te hace sentirte reflejado o te hace bien... hola, me llamo Agustina, bienvenido seas.