En busca de la felicidad

¿Se acuerdan de cuando íbamos al jardín? ¿De lo que era tener amiguitos? En esas épocas no existían los amigos falsos, los novios que te cagaban con otro, o los que hablaban mal de vos por atrás. Éramos todos geniales, y nos peleábamos con alguien, pero al segundo estábamos juntos. Nuestro mayor objeto de pelea era un juguete, y en las chicas una cartera. Jugábamos a los novios, teníamos novios, teníamos una mejor amiga. También, la maestra nos daba golosinas, y nos mimaban y nos leían cuentos, y esas mujeres nos querían en serio, porque créanme que nunca un maestro nos quiso como ellas. Esas mujeres eran geniales, realmente lo eran.

El mayor dolor en esas épocas era un raspón en la rodilla, después de caernos de la bicicleta. Me acuerdo que mi papá me llevaba por toda la cuadra y yo tenía mucho miedo de caerme y rasparme. ¿Mal de amores? malo era que tu abuela te fuera a ver sin ninguna de sus comidas exquisitas, eso era malo. Jugábamos con cualquier cosa todo el tiempo. Algunos tuvieron muchos beneficios, otros menos, otros poquito y otros casi nada. En esa época, la banana era solamente una fruta de esas que mamá me pisaba y me hacía un puré riquísimo. El llanto más desgarrador podía ser causado por un pinchazo, de alguien a quien no queríamos: un médico. El hospital era un terrible lugar que solo era visitado cuando teníamos que darnos una vacuna. O cuando teníamos una enfermedad.

La única droga que nos rodeaba era el jarabe para la tos, ese si que era un asco eh. ¿Volar? volar era hamacarse muy muy fuerte, eso era realmente volar. Protección era usar casco para andar en bici, y lo peor que podías recibir de una persona... eran sus piojos. Éramos felices, porque créanme, realmente lo éramos.

Y de repente crecimos.

Y los chupetines se convirtieron en cigarrillos, y de repente la gente empezó a ser falsa, y de repente te dejaban de pasar solo piojos. De la nada tenías un novio que te ilusionaba y después te cagaba con otra. De la nada el jarabe para la tos se convertía en pastillas. El dolor más grande que podías recibir era una pérdida, un abandono, un sentimiento de soledad. Y empezaba a aparecer en tu vida el que dirán. Y tenías que ser como el resto. De repente una de tus amigas se empezaba a juntar con chicos que se drogaban, y cuando vos hablabas de la marihuana, ella te preguntaba si realmente sabías lo que era la marihuana, y como no lo sabías se te hacía la experta. Y te contaba todo. Y hoy agradezco a la vida no saber como carajo se arma un porro, y si quedo como una boluda realmente me importa poco y nada. Y de repente tus amigos se enamoraban de vos, y de repente vos también te enamorabas de alguien que te fallaba, y así. Y volar, volabas cuando te fumabas "un buen porro". Las buenas maestras, empezaban a ser viejas forras que te hacían llevar la materia. La palabra "cuento" empezaba a significar lo que se decían entre novios para safar de alguna o de una. Y de repente, nos convertimos en esto. Y empezamos a sentir, y a expresar todo eso que se nos pasaba por la cabeza....






















Y créanme algo, esto tampoco era sabido cuando éramos chicos. Nadie nos decía que íbamos a tener 20 crisis por día, y 20 llantos diarios y continuos. Y muchas cosas más, cosas que hoy pasan todo el tiempo, cosas que amamos, y cosas que odiamos. Esto llamado "adolescencia", es un cachetazo muy fuerte que te da la vida cuando se da cuenta de que sos demasiado feliz, y te hace salir a buscar algo, te hace pensar en tu futuro. Te hace ser frio para no reaccionar a las agresiones, te hace más oscuro para no tener dar miedo. La adolescencia te transforma en lo que vas a ser el día de mañana. Los realitys dejan de ser buenos cuando gana tu favorito porque de grande descubris que "seguro pusieron plata". Empieza a aparecer la corrupción, la realidad.

Y no es que la adolescencia sea algo malo, porque parece que uno así lo da a entender. Lo malo es la realidad de todos los días, la sociedad conformista. Eso es lo malo.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

¿por qué siempre escuchas las cosas malas y nunca escuchas las cosas buenas?

manual de instrucciones para rendir un final

la paz nunca fue una opción