Simplemente, hay que tratar de entender
Nada es como queremos a veces. Tratamos de entender las cosas, tratamos de tomarnos nuestro tiempo para pensar, pero no entendemos. A veces tenemos que tratar de ver porque nos gusta, que es lo que tiene que nos vuelve locas de no poder entenderlo, y si nos sentamos a pensar en el porqué, terminamos sonriendo por esa persona. A veces logramos estabilizarnos. Logramos pararnos en el piso y todo esta bien, y por algún motivo el piso se empieza a mover, empieza a temblar, y otra vez nos empezamos a preguntar todo de nuevo. A veces tratamos de entender porqué, y no lo hay porque simplemente... no hay un porqué para todo, y menos para eso. A veces deberíamos dejar de preguntarnos y simplemente vivir un poco más.
A veces deberíamos entender que estamos enamorados porque simplemente lo estamos. A veces deberíamos entender que la gente se va porque es su momento. A veces deberíamos entender que las cosas pasan porque pasan, porque no se pueden evitar, porque quizá estaban escritas en lápiz y algún cualquiera no quiso agarrar una goma y borrar. A veces deberíamos entender que hay que dejar de sentarnos a pensar y vivir un poco más. A veces deberíamos entender que somos estrellas brillantes, somos invencibles, y somos lo que somos, no solo por la canción de Fun. A veces deberíamos dejar de tratar e insistir con querer saber que hay después de la muerte, porque mientras ocupamos tiempo en eso, se nos está pasando la vida. A veces deberíamos entender que hay que dejar de buscarle un por qué a todo. A veces deberíamos entender que no todas las películas tienen un final feliz, porque simplemente la vida no tiene un final feliz y esa película está tratando de decirte algo. A veces deberíamos entender que hay que dejar de dar órdenes. A veces simplemente, deberíamos tratar de entender.
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