La Historia Sin Fin
Bueno, hoy es mi cumpleaños. Acaba de empezar hace 2 horas, y esto de la "nueva etapa" me hizo pensar en un montón de cosas. Vieron que es normal esto de proponerse ser mejores, arrancar de nuevo o hacer aquellas cosas que no hicimos, ¿no? Siempre que se dan estas fechas importantes (cumpleaños, navidad, año nuevo) tendemos a decir que vamos a "arrancar de nuevo", que vamos a cumplir nuestros sueños, que vamos a hacer algo por nosotros.
Y yo quiero hacer eso...
...pero hay un problema.
Hay cosas de las que no me puedo despegar. Hoy me decían "¡sos atea! ¡sos atea!" y bueno, para aquellos que entienden y me conocen me alegra decir que ya no soy más atea (saben a qué me refiero). Que de a poquito me estoy despegando de esa historia, aquella que ocupó páginas y páginas de este blog, de este diario. Pero hay otras... otras del pasado. Mi cuerpo y mi alma están llenos de olor a viejo, de olor a guardado. El tiempo dicen pone las cosas en su lugar, pero hay algunas que no se están acomodando. Creo que todos tenemos un par de muertos en el placard, un par de charlas pendientes, un par de cuentos que cerrar, un par de historias sin fin. Esas cosas nos persiguen, por lo menos, por un buen tiempo. Convivimos con ellas, conocemos nuevas personas y esas son las cosas que un día nos hacen olvidar lo anterior. Creemos que lo que no se cerró ya está, ya fue. Sin embargo, como bien sabemos todos, las historias sin final no existen. Y así de hermosa como es la vida, un día nos vuelve a cruzar con nuestro viejo y temido pasado.
Un profesor de sociología me metió en la cabeza que el tiempo es una medida de organización social, y tiene una explicación mucho más profunda que la que doy siempre, esa en donde no podríamos jutarnos "cuando el sol esté en tal lugar" o "a la tardecita". Pero en fin. Los años nuevos tienen como toda una banca no solo cultural, sino científica y demás y cosas que no vine a explicar yo, porque sería pésima. Lo único que quiero decir: en los años nuevos las historias pasadas siguen siendo las mismas, las personas a nuestro alrededor también. Aquello que dolió quizá seguirá doliendo, porque solo es un cambio de año, o una nueva etapa. No es una poción mágica que nos quita nuestros más profundos dolores, sentimientos y resentimientos. Solo que nosotros podemos intentar cambiar, podemos ser mejores personas, podemos tratar de buscarle un final a la historia, podemos seguir adelante, podemos salir y cumplir nuestros sueños, podemos hacer algo por nosotros.
Algo bueno.
Siempre.
Y aunque los sentimientos queden, los resentimientos no quieran decir adiós, y el dolor de la mirada fría del otro siga acompañándonos, sepan que la música a todo volumen siempre va a ser una opción. Sepan que el cambio comienza de adentro. Sepan que porque sea primero de Enero o tu primer día con 19 años (hola), no está mal seguir sintiendo lo que sentís. El mundo cambia, las personas cambian, todo sigue adelante. Pero nunca tenés que obligarte a hacerlo. Simplemente... tenes que sentirlo.
"No guardes nada para una ocasión especial. Vivir es una ocasión especial."
"Mi cuerpo y mi alma están llenos de olor a viejo, de olor a guardado." No sabes como me identifiqué con esa frase, bueno, con el post completo. Porque nada va a cambiar solo porque comenzó otro año, pero nos da la ilusión de que podemos seguir con nuestra vida pero con más fuerza(? más motivación(? ah, no sé.
ResponderBorrarSolo quiero desearte un feliz cumpleaños y que nunca dejes de escribir.
Sarai! Primero que nada, gracias por tus buenos deseos <3 es lindo volverte a ver otra vez por acá. Y si, es algo así jajaja, por el hecho de que arranque un nuevo año o una nueva etapa las cosas malas no van a desaparecer, pero podemos dar lo mejor de nosotros para estar lo mejor posible!!!
BorrarTe mando un saludo a la distancia, vos tampoco dejes de escribir.