Un poco de amor francés

¡Dejá de hacerme bailar! Porque ayer no lo hacías pero hoy mi cuerpo no puede parar de moverse, y no puede parar de sentirse triste y feliz a la vez. Si, son solo canciones, pero todas tienen un tinte tuyo. Y lo que generás en mi se suma a todo ello y me hace moverme como nunca. Las melodías tienen otro significado. Y es impresionante que me hagas escribir con dolor pero también con felicidad en un mismo día. Y me haces reír, y me haces llorar... sin siquiera tocarme, sin siquiera verme. Es como si una parte tuya viviese dentro mío. Es como si hubieses entrado en mi mente y en mis sentimientos como un virus. Sos un virus. Sos una enfermedad. Pero no te padezco, no te odio. Te tengo hace tanto tiempo que ya te quiero un poco y ya me acostumbré. Y si escribir es lo mejor que puedo dar de mi, escribiría todos los días de mi vida.
Todo el tiempo.
A toda hora.





















Él es una copa de lo mejor cuando se ríe.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

¿por qué siempre escuchas las cosas malas y nunca escuchas las cosas buenas?

manual de instrucciones para rendir un final

la paz nunca fue una opción