Sobre las ganas de intentarlo

Hace mucho que no les digo a mis amigos que me lean. Hace tanto que me guardo algunas cosas para mi, que en algún lugar de mi interior... quisiera que ya no lo hagan. Vengo arrastrando una mochila de contradicciones hace un par de meses, en donde cada vez que quiero expulsar mis sentimientos, me encuentro con un laberinto del que no me dejan salir. No me quiero olvidar ni salir de ningún lado. No estoy en ningún lado. No estoy enamorada, ni veo mariposas. No idealizo más. Tampoco soy una romántica empedernida que ve todo rosa y flota en las nubes. Y no logro comprender de qué manera  se malinterpretan las cosas, al punto de que ésto, un conjunto de letras y números y un montón de códigos extraños, sea el único lugar con el que puedo hablar despojando todos mis pudores.

Ayer pensé varias cosas. La más importante: tengo ganas de intentarlo. Entre risas, una amiga me dijo esto de por qué dejarme llevar por versiones diferentes del me dijo y le dije, y no lograr darle un cierre a todo esto acercándome a la fuente principal. Y si. Todo sería más fácil si buscas a la persona que te gusta y le preguntás si siente lo mismo. ¿Qué es lo que nos detiene? Ante la ausencia de la gestación mutua de un proyecto compartido, ¿cómo es que seguimos siendo capaces de colocarnos detrás de una misma persona durante meses, años? ¿En qué punto eso se relaciona con la falta de amor propio?

Para mi, en ninguno.
Es decir, no en ninguno.

Nunca nos vamos a amar. Quizá no es la mejor forma de decirlo... ser tan cruda. Pero el tiempo me llevó a entender que toda la vida nos van a bombardear con imágenes irreales de cuerpos perfectos. Que todos los días vamos a chocar con un iceberg gigante de todo aquello que no somos, y que, en algún momento de nuestra vida, nos vamos a poder poner de pie y saludar al iceberg desde lejos. En el mientras tanto: ¿no nos enamoramos? ¿no sentimos atracción, deseo? Y así y todo, aquel que esté detrás de esta pantalla y alguna vez haya compartido su  vida con alguien: ¿realmente logró amarse a si mismo siempre?

Por eso no creo.

Quizá, nos debemos más respeto del que nos damos, y de eso estoy 99.9% segura. Entonces, todos los días termino cayendo en el mismo lugar: 

me quiero bastante, igual no tanto;
me respeto
me gusta alguien
y ¿cómo és
que con lo que me quiero
y me respeto
sigo parada en el mismo lugar hace medio año
esperando la gesta?

Como si en algún lugar no supiera
que la gesta se da
y si no se da
es porque no hay nada.

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