Medias de Invierno

Amiga, hermana, compañera. Han pasado cosas grandes y tus ojos han sido capaces de verlas. Brindo por ello, pero no quiero dejar pasar que, en las últimas horas, has tenido que superar otra batalla. Acaso, ¿lo has hecho?

A veces, en algún lugar, se disparan los recuerdos. Extraño cómo era mi vida cuando solo me gustabas y todo era color de rosa. Ahora las cosas se volvieron más complicadas, y cada vez que me das un abrazo, mis alucinaciones forman una barrera anti-pasado para, de alguna forma, lograr entender que eso va a ser todo entre nosotrxs. El otro día se lo dije a Facundo y los dos lloramos. ¿Cómo detenemos lo que sentimos? ¿Por qué no puedo dejar de gustar cada vez más de vos? Los hechos reales y concretos hacen que comience a virar hacia el norte. Hacen que me despegue del amor romántico para abrazarme a mi misma. Estamos en invierno. Tener que reemplazar tus manos con una pila de frazadas no me hace nada de gracia.


Borraremos los rastros
las noches
con más penas de bar
sin recordar
que hubo un tiempo en que toda impaciencia era gracia para poder reír
y festejar de amor.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

¿por qué siempre escuchas las cosas malas y nunca escuchas las cosas buenas?

manual de instrucciones para rendir un final

la paz nunca fue una opción