Sobre respirar y sonreír

No quiero escribir algo trascendental, ni forzado ni estúpido. Pero es domingo, van a ser las seis de la tarde y es un día precioso. Y tengo ganas de escribir algo. Ahogada entre parciales, asfixiada por responsabilidades y manchada por cuestiones ajenas, solo quiero decir que me siento con confianza. Que creo en mi. Porque eso es lo que se hace en tiempos de lucha y angustias por doquier. Confío en mi. Creo en ese cambio. Creo que dentro de la miseria diaria podemos cambiar, volver a ser, y reinventarnos. Claro que podemos. Podemos respirar y podemos sonreír, y tener la certeza de que eso es 100% genuino porque lo sentimos tan fuerte que se manifiesta en el aire. Me siento feliz. Me siento bien. Y a riesgo de convertir al 100 por 100 este post en un libro de autoayuda... sé que puedo.


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