Peperina
Bien, estuve pensando en algo y es en nuestros errores. Estuve pensando en como los vemos reflejados... En una figura, en un objeto, en una imagen, etcétera. Estuve tratando de entender eso que sucede cada vez que vemos a alguien. Y no soy una neuróloga ni tengo idea de como funciona el cerebro, pero si se que cuando vemos a alguien este nos dispara miles y miles de cosas. Su historia, la imagen de alguien de su familia, algo de su vida, su situación actual, si tiene o no tiene novio, lo ultimo que puso en twitter, su relación con nosotros, su edad, su capacidad de razonar, cuanto debemos agradecerle y cuanto no. Y a eso quería ir. Porque gracias a HIMYM respondí una pregunta que nunca llegue a hacerme (o ellos la respondieron): ¿Por qué cada vez que cometemos un error con alguien lo vemos reflejado en esa persona?
Estaba pensando hace unos días en que odiaba la idea de verlo y sentir vergüenza, la cual sentía a causa de toda el agua que paso por debajo del puente. Y creo que a eso me refiero. Verlo es ver todos mis aciertos y todos mis errores juntos, compactados en una figura humana, que cada vez se hace mas grande porque mis aciertos y mis errores cada vez son mas, así como mis sentimientos. Por ende cada vez que vos lo ves o yo lo veo, es imposible de ignorar. Ya sea de reojo o con una mirada directa, está. Entra a un lugar en donde estas vos y a partir de ese momento creeme que hasta que salgas de ahí te va a ser imposible ignorarlo.
Cuando yo veo a determinada persona me es imposible no recordar como yo estaba el 9 de agosto a las 2:30 de la mañana, o lo que sentí cuando ella me dijo que él no quería nada con nadie, o de la vergüenza que me dio que mis amigas presenciaran ciertas situaciones. Pero también, me es imposible no recordar aquella única charla decente, o la cara de ella contándome que el me había defendido, o miles de cosas que fueron menos pero que tuvieron su valor. Ver a esa persona es ver una gran parte de mis decisiones en los últimos 9 meses todas juntas. Es como chocarse con la realidad: te guste o no, esta ahí, y es real. Y aunque para ellos les seamos (casi) indiferentes, es impresionante la fuerza que ellos tienen sobre nosotros que hace que ciertos días, en cierto punto de nuestra relación, no queramos verlos, ni cruzarlos, ni siquiera oír de su existencia.
Ellos son el reflejo vivo de todos los pozos en los que no nos cansamos de meter la pata. La respuesta a todas las preguntas que ni siquiera nos hicimos. Son la figurita difícil: difícil de olvidar, difícil de despegar, a ver... Difícil. Son esa pregunta del examen que nos traba tanto que somos capaz de perdernos la hora entera volándonos la mente para responderla. Son el verde vivo en las plantas muertas: son parte del resto, pero algo los destaca. Quizá sea la necesidad de pedirles que dejen de reflejar su mejor arma en nuestro cuerpo. Y lo peor es que ellos ni siquiera lo saben. Quizá... sea la altura, dimensión o extravagancia que ellos tomaron... Al ser rellenados por todos nuestros errores.
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