17 años: Me olvidé del día 100
Día 103.
Hace 102 días que tengo 17 años, y evidentemente estoy tan bien que me olvidé de hablar el día 100. Fue un día normal, un día tranquilo. No puedo decir que soy feliz porque la felicidad es un estado de ánimo, y a lo largo del tiempo uno cambia constantemente su sentir. Además, creo que cuando alguien cambia tanto su estado de ánimo tan seguido, y todo lo que sucede con su entorno le afecta tanto, el cambio se vuelve más constante y uno es más propenso a sufrirlo.
Bien, cortando con ese intento de párrafo típico de un libro de autoayuda (nada contra esos libros, aclaro), sigo. Estoy bien, estoy tranquila. Tranquila porque no estoy pensando en la cantidad de cosas que tengo que hacer en solo una semana, pero tranquila al fin.
Hablaba sobre los cambios. Y eso da un poquito de miedo. No sé si en algún momento tendré que tratar esas cosas, no sé si es normal. Por ahí tiene que ver con eso de que uno sea hipocondríaco y piense que ya tiene un desorden mental cuando es simplemente un cambio de ánimo mas constante de lo normal. Tiene que ver con uno también, con el hecho de qué hacer o como reaccionar cuando viene o sucede algo malo. Si sentir el dolor o dejarlo pasar. Yo siempre lo sentí, porque consideré que dejarlo pasar era hacer que se acumule. Y por como soy, si dejo acumular dolores el día en que descargue todo voy a explotar en un sentido casi literal. Siempre tiene que ver con uno porque es lo que le pasa a uno.
Nota: Siempre hay que sentir las cosas, y nunca hay que tenerles miedo.
Todo va a estar bien, siempre.
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