Save me
Amaría simplemente ser como Taylor Swift. No por algo físico, sino por tener la creatividad de sacar todos tus sentimientos con una canción. Ojala yo escribiera canciones expresando todos los sentimientos guardados. Creo que este blog es mi alternativa. Quizá ella escribe canciones hermosas y a mi me toca escribir textos larguísimos que terminan desconectándose entre párrafo y párrafo. Mi amor por ella va más allá de lo que hace (que por cierto es increíble). Me siento demasiado identificada con esa necesidad de sacar todo afuera que a veces no te deja respirar. Ese arte que tratamos de buscar para sacar todos nuestros resentimientos o nuestros sentimientos a la luz, afuera. Esa necesidad constante de gritar lo que sentimos. Eso es lo que amo de ella.
No quiero volverme conformista. Una de mis lectoras (una de mis amigas, una de mis hermanas) Brenda me dijo que yo empecé con este blog para mostrarme a mi misma. Así es como todo esto se formo. Escribía sobre lo que me pasaba, sobre lo que sentía, sobre lo que tenía ganas. Hablaba de las cosas que pasaban en mi vida y así funcionaba todo. Pero este último año me torturé demasiado con el pensamiento de la gente. Hubo un día en especial, en que me sentí observada por todo el mundo, y en un sentido horrible. Como si supieran un secreto mio. Como si supieran algo que no deberían saber. Para que me entiendan: sentía que tenían algo mio. Una vez escuché la historia de una chica a la que le sacaron una foto en la ducha, en pleno viaje de egresados, y la desparramaron por todas las redes. Bueno, a mi gracias a Dios no me paso eso. Pero lo que sentí ese día, fue lo que quizás sintió aquella chica. Sentí que conocían absolutamente todo de mi, y no me pregunten por qué. Uno se levanta un día, se viste, va al colegio y de repente todo el mundo lo está observando. Ese día fue uno de los peores días de mi vida. Y es desde ese día que empecé a pensar demasiado en lo que cualquier persona pensase de mi. Por eso dejé de escribir, porque sentía que si escribía de lo que me pasaba iban a pensar cosas como que doy lástima, o me hago la víctima, o tengo algún resentimiento con lo vida, o soy una despechada o hay problemas peores. Hasta que Brenda volvió a abrirme los ojos y me hizo entender que si por algo cree esto, fue por mi, y eso fue lo mejor que hice por mi hasta ahora.
Estos días estuve sintiendo muchas cosas. Una de ellas, fue el miedo. No el miedo a una araña, o a algún bichito de mierda, sino el miedo. El miedo a quedarme sin absolutamente nada. El miedo a quedarme sin todas las personas que hoy me rodean. Todas. Y solía pensar que esos miedos eran irracionales hasta que los lazos que me ataban con algunas de esas personas se empezaron a soltar. Perdí a mucha gente que se fue tan rápido de mi vida que no me dio ni tiempo para explicar porque hice las cosas que hice. El hecho de quedarme sin amigos que me marcaron la vida, fue un antes y un después para mi. Yo no volví a ser la misma. El tema, es que ahora no sé como soy, no tengo idea. Me miro al espejo... y solo veo lo mismo de siempre.
El sueño de mi vida es ser actriz, cantante y bailarina. Pero mientras comía (y no sé como un plato de fideos me hizo pensar en esto), me puse a pensar en que lo que realmente quiero es otra cosa. Canto de una forma desastrosa. Canto de una forma insultante, podría decir. Nunca en mi vida fui a baile (sin embargo amo hacerlo en mi casa) y nunca fui a una clase de teatro. Pero el otro día vía un capítulo de Glee (Opening Night) en el que la protagonista, Rachel, decía que los actores aspiran a ser eso porque necesitan amor. Son una taza sin fondo: necesitan ser llenados constantemente de amor. Y creo que eso es lo que realmente yo quiero. Si, podré bailar en un escenario, podré aprender a cantar o podré actuar en una telenovela, pero si lo hago, es porque necesito lo que viene después de eso: una ovación de pie, un premio por ser una actriz del carajo, una persona esperándome a la salida de un teatro. Eso es lo que yo realmente quiero en mi vida: amor. Necesito esa ovación del público constantemente y no la tengo. Necesito eso, y me cuesta admitirlo, pero lo necesito. Necesito que alguien me diga que sirvo para algo. No quiero tener hijos, no quiero tener un marido y formar una familia. Siento que necesito otro tipo de amor. Y yo no sé si ese amor será suficiente, pero eso lo que necesito ahora. Necesito pararme en un escenario, y dedicarle mi éxito a todos los que me cagaron la vida, a todos los que me soltaron la mano.
Pero tampoco quiero lograr mis objetivos para callarlos, porque eso no lo estaría haciendo por mi.
La conclusión de los últimos dos párrafos, es que el verdadero miedo, es lo que siento cuando me imagino lo siguiente: una ovación de pie, en un teatro lleno; pero sin nadie a quien contárselo, sin nadie a quien correr a sus brazos detrás del telón. Eso si que es lo que no quiero para mi vida. Eso me da miedo.
A veces pienso que quiero todo esto para mi futuro porque, en realidad, es lo que falta en mi presente.
Quiero dejar de escuchar esa frase que viene después del "Yo nunca voy a tener novio". Esa frase odiosa que dice "ya te va a llegar, vas a ver". Porque amo que mi entorno, o que la gente que quiero sea feliz. Pero me canso de escuchar que ya me va a llegar algún día alguien que me corresponda, porque no llega. Porque es lento, y no se apura, y cada vez lo necesito más. Necesito que alguien se siente al lado mio y me diga un poco más que esa frase. Que se siente y que me diga que hay momentos oscuros. Que se siente, y me diga que alguna vez sintió tristeza, desolación. Que se siente al lado mio y me diga que realmente llega. Que me explique eso de que algún día alguien aparece en nuestras vidas para hacernos felices. Porque no creo en eso, y quiero creer, más que nada en el mundo.
No se si lo que necesito es un novio. Creo que simplemente, necesito alguien que me salve de todo esto. Porque estoy agarrada desde lo más alto del Empire State con una sola mano, y me estoy por caer, y la mano tiene cada vez menos fuerza. Necesito soltarme y que alguien me tome por sorpresa, porque no tengo ganas de estamparme con ese suelo llamado realidad.
Comentarios
Publicar un comentario