Cancelados

Las vacaciones de invierno se despiden, dándole la bienvenida a sentimientos obsoletos que quedaron desvanecidos en algún lugar de la conciencia. Un libro que no abrí durante mucho tiempo me trajo a la mente los recuerdos más lindos. No conozco todos los tipos de amor, pero hace años conocí uno bastante especial. Supe tener amigos de todo tipo, con todas las virtudes y defectos del mundo. Pero este era diferente. Era bastante especial. Con él, íbamos para todos lados. Nos pasábamos todos los martes tirados al sol, entre cursada y cursada. Le conté absolutamente todo. Le conté secretos que no logré confiar a nadie. Le abrí casi todas mis puertas. Y él siempre supo abrirme los brazos. En algún lugar, siento que me quiso como nadie lo hizo. Nunca tuvo pudor al demostrarlo. Me dejó llorar las veces que quise llorar, y me hizo reír en innumerables ocasiones para que deje de sentirme mal. Conocía todos mis tipos de caras. Todos mis tipos de miradas. Me hacía una radiografía del corazón con mirarme dos segundos. Un día, recuerdo, fuimos a una Feria del Libro.

Siempre quise tener el libro Orgullo y Prejuicio entre mis manos, pero los precios me resultaban impagables. Recorriste todos los stands al lado mio, hasta que llegamos a uno del que no recuerdo ni el nombre. Revisamos libro por libro. Vos por acá, yo por allá. Y yo, en ese entonces, no resultaba tan caradura. Necesitaba pequeños empujoncitos: y si, siempre tus brazos golpeaban mi espalda. Porque, a pesar de todo, me hiciste mejor persona. Tras minutos que resultaron eternos, ninguno lo encontró. Entonces, te pedí que me des el empujón, te pedí que le preguntes al vendedor, yo no me animaba. Me miraste con tu cara de pseudo-sonrisa: no vaya a ser cosa que yo le pregunte, vos lo encuentres antes, y yo quede como un boludo. Te dije que no. Te fuiste a preguntar, y yo seguí buscando el libro. Lo peor de todo, fue que lo encontré en un santiamén. Y me empecé a reír mucho, entre medio de toda esa gente. Me di vuelta y te miré mientras hablabas con el vendedor. Cuando hicimos contacto visual, me miraste con la misma cara con la que me mirabas siempre. Esa cara de decepción-risa-ironía-sarcasmo. Si, tuviste de amiga a la reina de las pelotudas. 

Y me había olvidado de algunos detalles. Pero quedó todo tan suspendido en el aire que me dejás pensando dos segundos y vuelven todos los recuerdos. Quedamos en pausa. Fuiste un gran amigo mientras duró. El mejor de todos. Hace años que me vengo atragantando a frases desmotivacionales de facebook que las personas cambian, y que las cosas pasan por algo. Siempre termino en lo mismo: nunca entendí nada, ni la pausa, ni los cambios, ni el porqué. Nunca tuve respuestas. Éramos la mejor serie del mundo y nos cancelaron en la primera temporada. Pero ya no estoy tan enojada como antes, creo. Estoy más tranquila. De vez en cuando, se abre la caja de recuerdos. Las risas, las caminatas, los abrazos... siempre serán extrañados.

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