Vine Hasta Aquí

Las personas, las canciones y los momentos te marcan la vida de distintas maneras. No es uno mejor o peor que otro. Cada momento es puramente especial y tiene sus argumentos y sus sensaciones para así serlo. Aprendí muchas cosas a lo largo de estos años pero, sin lugar a duda, la que más me trascendió y la que más llevo en alto es la que replico todos los días de mi vida: todo pasa. Porque, en serio: todo eso que parece no tener fin, que parece que va a ser nuestro estado permante de vida, o todo aquello que quiere acabar con nosotros... tarde o temprano llega a su fin.

Esta filosofía apareció en un momento muy especial de mi vida. Necesitaba que alguien me diga que todo lo que estaba pasando se iba a terminar, que todo iba a volver a estar bien. Necesitaba saber que las risas eran pasajeras, y que las burlas no hacían más que perder tiempo. Y entre todas y todas las cosas que me hicieron ponerme de pie, salir a la luz... esta la siguiente: 

















Y sé que no es tuya, pero tu voz... tu voz está ahí. Y sé que no puedo ser tan boluda de desearte lo mejor agradeciéndote con algo que vos no escribiste... pero sucede que vos fuiste parte. Tu voz era la que estaba ahí. Tu voz era la que me acompañaba cada día cuando salía del colegio y me iba a refugiar a aquella famosa librería. Tu voz estaba con mis lágrimas cada vez que yo me encerraba en el baño a putear en mudo hacia el aire. Por todo eso y más, te deseo lo mejor del mundo. No solo hiciste algo grandioso con tu vida, sino que lo hiciste con la vida de todos los que te escuchamos. Te banco tanto y te agradezco tanto que no alcanzan las palabras. Si tuviera que incluirte entre las influencias más importantes de mi adolescencia, estarías ahí, pero sin siquiera pensarlo o dudarlo un segundo. Estas ahora mientras escribo esto. Simplemente estas. Y aunque no me conozcas ni sepas mi nombre, o de donde vengo o hacia donde voy, lo más importante para mi (y ojalá algún día pueda decírtelo) es que en mi vida trascendiste, dejaste huellas. Estas ahora mientras escribo esto, con tus buenos días palomar que me llevan a las tardes soleadas por allá por Berisso. Y eso es lo importante de la  música: que vos haces una canción, y ves a alguien en el público llorando. Y ahí esta todo. Esa persona llora porque tu canción no es una simple canción, sino que la transporta a su infancia... a su viejo amor... a sus logros o sus fracasos... pero simplemente la conecta con un rincón de su corazón, de su ser. Y eso no lo logra cualquiera.

En serio.

Feliz cumpleaños. De todo corazón. 


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