X-Y

Hace mucho no escribo este tipo de post. Esos en los que hablo de ciertas cosas puntuales relacionadas a la sociedad, a las personas que nos rodean: sus costumbres, sus quehaceres, sus pensamientos o sus detalles. Quizá no sé si esto que voy a desarrollar podría llamarse detalle, pero es algo. Es algo tan importante como lo que sea que se te venga la mente. Porque hay personas que te hacen escuchar música. Porque los miras a los ojos y escuchas música. Porque te hablan al oído y no podes hacer más que empezar a bailar.

Hay cosas que a uno le cuestan tanto. Es tan difícil abrirse a una sociedad tan cargada de prejuicios y miradas de reojo que uno solo busca resguardarse y hacer oídos sordos. Pero de repente llega el día en que una persona te hace subirte a una camioneta, llevarte por un puente y poner Heroes de David Bowie con tan solo mirarte a los ojos. Hay seres que te hacen bailar y dar mil vueltas contándote un chiste. Y no importa si en el fondo no suena nada, porque suena en tus oídos, suena en tu cuerpo, suena en tu risa. Hay algunas que son como el amanecer, como el café a las tres de la mañana o como las series = infinitas, interminables. Esporádicas o eternas. Y no importa que canción ni como sea ese amanecer, te regalan momentos únicos con tan solo estar cerca. Te trasladan a cualquier lugar del mundo sin mover los pies. Hay personas que son como los viajes en auto con amigos a las diez de la noche con la música al palo. Esa es la gente que vale la pena en este mundo, en tu vida. Están por algo y no importa el por qué, lo importante es que están. Porque yo tenía un amigo que me hacía escuchar Paradise City de los Guns y hoy me hace escuchar Pacífico de Los Piojos, y lo quiero tanto que me sobrepasa. Porque quinto año me hace escuchar Last Hope de Paramore y porque la vida me hace escuchar We Are Young. Por eso vivo. Por eso existo, por eso estoy de pie. Por todas esas canciones, y por todas esas personas. Por ellas. Porque son como las noches de verano o el verano en pleno atardecer, porque son como el aire fresco a los 30 grados. Porque son como meterte al agua fría cuando hace calor. Porque te hacen florecer como la primavera y te sacan las hojas secas como el otoño. Son como subirse a una montaña rusa o como caminar por una avenida a las cinco de la mañana. Son como escuchar tu canción favorita. Son como divertirse sin tomar alcohol, comer chocolate o correr mientras reís. Son definitivamente como el final de esa película que tanto te gusta, en la que el chico se pone de pie, levanta sus brazos y comienza a reírse.


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