No vuelvas

Tendrías que tener cuidado, porque viene sin avisar. 
Viene y te golpea. 
Te encierra, achica las paredes.
Es molesta, es vacía.
Nos hace tocar fondo. Nos hace rompernos.

¿Sabés como me di cuenta de que volvió? Porque tengo ganas de ir al Ateneo. Tengo ganas de encerrarme en esa librería y respirar olor a libro hasta dormirme. Tengo ganas de volver a visitar ese mundo que solía ser mi escapatoria en quinto año, porque por ciertos momentos no, pero por otros siento que quinto volvió. Siento olor a traición, a dejadez, a soledad. Porque, si lo pienso bien, ella es quien realmente volvió. Ella es de la que tendrías que tener cuidado, porque te destroza y te hace chocar con la almohada las mismas veces que te hace chocar con la pared. 

Y cuando digo que vuelve sin avisar, en serio te digo que la muy desgraciada no es capaz ni de dejarte una nota. Solo vuelve.

Y eso asusta un poco. 


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