Vera
Te refugias en vos misma porque ya te refugiaste en otros y terminaste mal. Vas caminando con la cara desganada y esos ojos hinchados que ocultan historias tristes. Es normal que te sientas culpable de tus ataques egoístas, así como lo es sentirte tan mal hasta llegar al punto de odiarte al día siguiente. Yo sé que estas arrepentida, porque yo también estoy arrepentida. Eso se ve en tus actitudes. En tu forma de caminar. De repente te volves impulsiva, arrogante y soberbia, porque estas tan mal que la poca energía que te queda la usas para intentar estar bien.
Y un día cualquiera te vestís y partís a aquel lugar en donde se encuentra todo aquello que te hace viajar e irte de este mundo. Te refugias en las disquerías para ver las temporadas de las series que viste mil veces, y usas a las pobres como excusa para no usar el boleto de vuelta y viajar para siempre. Te metes en las páginas infinitas de los libros que fueron creados para la gente como vos. Para las miradas tristes que necesitan un par de textos para largar todas las emociones que no la dejan vivir.
Vos sabes tanto como yo que en nuestra vida hace falta un movimiento. Algo a lo que no estemos acostumbradas. Vos necesitas alguien que te haga olvidar de todo. Necesitas a alguien que sea aventurero, que te lleve al Machu Picchu y te haga gritar con todas tus fuerzas. Necesitas a alguien que te haga saltar al río desde una roca altísima. Alguien que te haga correr riesgos de la forma más hermosa posible. Y lo necesitas, porque vos no sos así. Lo necesitas porque vos jamás te animarías a ser aventurera. Y ni vos ni yo nos bancamos el discurso de que no necesitamos a alguien al lado porque somos fuertes y valiosas y mujeres. Porque vos y yo sabemos muy bien que cuando no se puede más, está bien pedir ayuda.
Vos y yo lo necesitamos. Porque somos iguales. Porque ambas tenemos miles de historias para contar. Porque Vera, tu historia... es mi historia. Ambas partimos desde la misma base y aquí estamos. Paradas en el mismo lugar. Algún día la gente conocerá tu historia, porque vale la pena conocerla. Algún día sabrán quien sos por todo lo que hiciste hasta ahora. Algún día saldrás a la luz y sabrán de vos. Algún día saldrás de mi mente y te convertirás en alguien real, porque para mi ya lo sos. Suerte con eso. Y suerte con todas esas cosas que vivís a diario, porque duelen. Suerte en las páginas infinitas de tus libros favoritos y suerte en las disquerías. Vera, suerte.
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