El principio del fin
Si, quizás podrían haber dado más. O quizás, los diálogos podrían ser mejores. Quizá aquella magia de la primera era se disolvió en el aire. Pero el sentimiento siempre queda. Siempre quedan cenizas, restos de algo. Restos de lo que fue aquello tan importante que nos marcó la vida a unos cuantos. Si, me estoy refiriendo a aquella serie que me enseñó a ser yo misma, sin pretextos, sin peros, sin importar lo que los demás me digan. Si, estoy hablando de aquella serie que solía ser el antídoto para nuestra angustia al llegar de la secundaria. Y no se por qué dije solía ser, quizá porque con el tiempo, perdió su esencia. No lo sé. Lo que si se, es que en el fondo (y cada vez se acerca más al frente) sigue siendo esa serie épica. Sigue siendo todo aquello que siempre vamos a tener en este mundo. Sigue siendo nuestra ayuda diaria. Nuestro cable a tierra. Con esos no sé qué que nos hacen felices y lo van a seguir haciendo. Y no quiero que todo se termine. Pero esto que está pasando es parte de las cosas de la vida. Las cosas se terminan, y las personas te dicen: "Es una serie, que exagerada que sos". Bueno, será que esa serie estuvo ahí cuando vos no lo estuviste. Será que esa serie me abrió los ojos a un mundo totalmente desconocido. Y realmente, estoy muy agradecida por ello.
En serio.
Y si. Cuando quiere ser mala, es mala. Como toda serie en declive. Pero cuando quiere ser buena, es excelente. Cuando quiere es flexible, es emocionante. Y cuando quiere, es rotunda. Seca. Cuando quiere, es suficiente decir una sola palabra para hacernos romper en llanto.
Cuando quiere, es hermosa, impresionante. Cuando quiere nos hace sentirnos identificados. Porque si algo hizo bien esta serie, fue darle un lugar en el mundo a aquellos últimos orejones del tarro. Y no solo me refiero a la ficción, a Rachel, Kurt, Finn, Quinn y demás; me refiero a nosotros. A todos los que vimos Glee y la amamos desde el principio. La gente que suele decirme exagerada, o que suele preguntarme que es lo que tiene de bueno, es gente que todos los días tiene alguien con quien hablar en el colegio. Gente que no es ignorada, es escuchada. Gente que tiene un status importante. Y no digo que eso este mal. Simplemente, gente así no perdería su tiempo en este hermoso viaje porque esta ocupada en otras cosas. Porque nadie se ríe de ellas. Entonces, jamás podrían entender esto.
Glee, a mi, me cambio la vida. En serio. Yo casi ni me acuerdo que hacía cuando no miraba Glee. No me acuerdo de lo que solía ser mi vida sin esa serie. Es inexplicable todo lo que esa serie provocó para entrar en mi y buscar mi seguridad, mis ideales, mis sueños... y llevarlos a mi mente. Fui otra persona después de verla, porque me enseñó a abrir mi mente a la actualidad, a lo que estaba pasando. Me enseñó eso de que el amor es amor, y de que no importa con quien estes al lado, siempre y cuando lo ames. Glee es el ejemplo perfecto de miles y miles de chicos que buscan su lugar en el mundo. Porque yo no sabía lo que era soñar hasta que vi esta serie. Y ahora quizá si este exagerando, pero es la primer serie que vi en mi vida. Fue el primer choque en seco que tuve con la realidad, y fue para bien. Yo no sé si hoy pensaría en Broadway de la manera en que lo hago si nunca hubiese visto Glee.
Es la única serie que a mi siempre me hizo sentir como en casa.
Tengo un boleto para mi destino.
En una vuelta de una noche llevo mi maleta
y mi guitarra en la mano.
Y cada parada es hecha para un poeta
y una banda de una persona.
Esta ola nos está atando.
Debes saber que no estas sola.
Porque voy a hacer de este lugar
tu hogar.
Y cada día es un río sin fin de cigarrillos y revistas.
Y para mi, cada ciudad se parece a las películas.
Y cada cara de un extraño me recuerda que debo seguir.
Un problema te puede dejar caer.
Si te pierdes, siempre puedes ser encontrado.
Debes saber que no estas solo.
Porque voy a hacer de este lugar, tu hogar.
Ahora que terminaron de llorar (?), sigo. Puede que muchos que hayan visto glee, la hayan visto como una serie más. Por eso yo menciono todo el tiempo lo de la exageración. Porque yo no estoy exagerando. Todos los adolescentes tuvimos días oscuros. Bueno, esto fue lo que a mi me hizo seguir adelante. Simplemente, cerrar los ojos y tratar de soñar en todo lo que algún día voy a poder hacer. Yo creo en eso. Cada vez que me sentía mal, era ponerme los auriculares y saber que ellos iban a estar del otro lado. Cada vez que el mundo se me venía abajo, había un capítulo especial para lograr ponerme de pie. Eso es lo que tiene esta serie, o lo que genera en mi. Eso es lo que para mi, la hace ser especial.
Todo empezó en 2009, con un piloto en donde las mujeres tenían próstata y se traficaba marihuana medicinal y demás. Aquel piloto en el que conocimos a Emma, esa mujer enamoradísima de Will (quien al poco tiempo se trasformaría en el profesor que todos quisiéramos tener). Piloto en donde conocimos a la engreída porrista Quinn (que caminaba junto con aquella extra que al poco tiempo se volvería el personaje favorito de medio fandom). Conocimos a Puck, en sus épocas más terribles como ser humano(? Y conocimos a Kurt, Mercedes, Tina y Artie, esos cuatro que se volverían tan pero tan especiales. Y finalmente, conocimos a Finn, aquel chico que acompañaba a Puck en sus andanzas, pero que si algo tenía claro, era que con eso no ganaba absolutamente nada. Si algo tenía claro, era que todos eran unos perdedores, desde el bully que te maltrataba hasta vos mismo, todos. Así y todo, el no quería perder su status, por eso conocimos a la ambiciosa, determinada, estricta y soñadora Rachel. Que nos enseñó esas pequeñas cosas como que las estrellas son una metáfora de que ella lo es, y que las metáforas son importantes, y que ser parte de algo especial te hace especial, y no recuerdo que más.
A eso me refiero con que Glee es especial. Si nunca hubiese visto esta serie, jamás me hubiese planteado ser yo misma, o pensar en sentirme parte de algo que sea especial. Jamás hubiese abierto los ojos respecto a ciertas cosas. Esta serie trató temas como el suicidio, el bullying, el embarazo adolescente, la bulimia, los tiroteos en los colegios, la violencia de género y cientos de cosas más que son importantísimas. Yo aprendí a ver que la chica que se está riendo de mi ahora, al final del día, es una chica, justo e igual como lo soy yo. Y si yo la respeto, ¿por qué ella no me respetaría? Al final del día, somos lo mismo. Al final del día, cualquiera se puede reír de cualquiera, y tenemos quizá los mismos problemas. Al final del día, el café que las dos tomamos tal vez es el mismo. Somos todos lo mismo, pero de distintas maneras. Cada uno tiene algo que lo hace especial. Y si se ríen de vos, ¿que te importa? El mismo tiempo que ellos usan en tirarte piedras, lo usas para soñar y luchar por lo que te pertenece, por lo que te corresponde. Agradezco a esta serie el hecho de no haberme vendido al sistema, y no en lo material, sino... en ser igual a todos. Gracias a esta serie, aprendí que la popularidad es algo que, en el fondo, todos queremos. Pero que sin embargo, no te lleva a ningún lado, ni te hace más grande. Las cosas que te hacen más grande, más especiales, son únicas en vos. Es el brillo en tus ojos cuando te nombran algo que anhelas, tu sonrisa cuando alguien te dice un piropo, o tus carcajadas cuando te cuentan un chiste. Esas son las cosas que valen la pena. Tener una familia, que no necesariamente tenga que ser de sangre, sino de corazón, de ser todos parte de eso especial que a la vez nos hace especiales. Y no importa si en el colegio te tiran un slushie, o te tratan de marginado. Porque, ellos lo dijeron. Al final, los marginados, son los que tienen la última palabra.
Somos más fuertes por cada cicatriz.
Más brillante que cualquier estrella.
Somos los marginados.
No hay nada que puedas decir,
para soplarnos lejos de nuestros sueños.
Nos elevamos por encima de la refriega.
Somos los marginados. Marginados.
El paso del tiempo mostrará quien brilla.
Va a ser mia... sí, la última palabra.
La última palabra.
Creo que es un pensamiento bastante común del fandom el hecho de que la cuarta temporada nos dejo bastante que desear, y no puedo decir que la quinta temporada no hizo lo mismo, pero fue distinto. Estuvo el capítulo 100, capítulo que para mi fue un viaje al pasado, a los orígenes. Estuvo aquel "Thank you guys, It's been an honour" que nos hizo llorar cual fangirl enloquecida. Estuvo aquel debut tan soñado en Broadway. Estuvo aquella propuesta de casamiento que me hizo ver el capítulo 7 veces antes de que se estrenara el siguiente. Y estuvo ese capítulo... ese capítulo que, dese que empezaste a leer este párrafo, estás esperando que lo nombre. Ese capítulo que nos ayudó a todos a terminar de desahogar todo lo que nos había quedado dentro. Ese capítulo que fue único, hecho para alguien único, alguien que nos marcó. Nuestro llamado héroe, ya que no nos importó la causa de su muerte, porque nosotros siempre supimos que Cory luchaba contra sus demonios. Como dice la canción de Lea, todos los ángeles tienen sus demonios, y él tenía los suyos. Y yo creo que glee ya no es lo mismo sin él. Pero también creo que él tenía miles de cosas hermosas que no se pueden comparar con nada malo. Era un ángel. Era divertido, era alegre. Y tocaba la batería como nadie lo hacía, y cantaba tan pero tan lindo... y no me avergüenza para nada decir que sigue siendo mi ídolo. Que sigue siendo parte de mi. Que su ida me dolió horrores, y que por mucha gente que me mire con cara de ¿Sos idiota? cuando digo que yo lo sentí como la pérdida de alguien cercano.. fue así, y me puedo sentar y explicarle a cualquiera que Cory para mi era único. Puedo gritar que estoy arrepentida de no haberlo valorado como debía cuando él vivia. Y puedo gritar que tanto él como todo el cast entero de Glee, estuvo ahí en mis momentos más oscuros. Estuvo ahí en esos días en los que sus risas con maldad no dejaban de hacer eco en mi mente. Si. 20 gatos locos que ni siquiera saben quien soy. Pero yo también los amo por eso. 20 gatos locos que no se imaginan hasta que parte del alma de las personas pueden llegar con sus palabras. Todos ellos. Con el tiempo, todos ellos se transforman en parte de uno. Porque sí. Porque yo no hablo así de cualquier cosa, hablo así de las cosas que amo, que me dejaron una cicatriz en algún lugar del cuerpo. Y sobre todo, de las cosas que buscaron por todo mi cuerpo la música, y la encontraron en algún lugar especial. Haciendo que ese sea mi motor de todos los días.
Y cuando la noche cae,
y no puedes encontrar una luz,
si sientes que tus sueños se están muriendo
Aférrate fuerte.
Tienes la música en ti.
No la dejes ir.
Tienes la música en ti.
Y si llego hasta acá, es porque recién es el principio del fin. Es porque todavía me queda mucho más para escribir, pero se que lo haré el 20 de marzo. Supongo que esto no es todo. Supongo que no estoy bien. Porque se termina, y no quiero que se termine. Y no me importa que tan malo sea un diálogo, son ellos. Es Rachel cantando Don't stop believing, Santana dando uno de sus discursos épicos o Puck convirtiéndose en hombre. Eso es glee. Es el aaaaaamazing antes de salir a dar todo. Es Sam rompiendo el record de haber besado a todas las chicas del club Glee. Es Finn tratando de buscar el rumbo de su vida. Will logrando sus sueños. Brittany siendo tan tierna y espontánea. Quinn siendo toda una mujer. Tina siendo olvidada. Mercedes siendo una diva. Artie rompiendo con todas las barreras. Kurt dándonos una lección de como ser tan grande siendo tan chico. Mike luchando por el sueño de su vida contra todo lo que sea para lograrlo. Son ellos. Son la razón de todas las metas que me propuse desde el momento en que los conocí.
Just remember, el marginado siempre tiene la última palabra.
Wow tus palabras son geniales :´´)
ResponderBorrarGracias ♥
Borrar