Recuerdos.
Voy a hablar sobre mi tía, pero con una sonrisa en la cara. Voy a contar mis mejores anécdotas con ella, el que las quiera leer, lo invito.
Me acuerdo de la última vez que salimos juntas. Ella y yo amábamos la peluqueria... que las manos, que las uñas, que los pies, que el corrector de uñas, que lo esmaltes, que todo. La última salida fue a una peluquería. Imaginen que entramos a las 15hs, hora en que teníamos turno... y salimos a las 8 de la noche. A LAS 8. 5 horas en una peluqería, repito... uñas, pelo, canas, corrector.... éramos dos mierdas. Mi tía salio con un batido en el pelo "re top" (como diría ella) y yo con el pelo tipo las minas de las propagandas de Shampoo.
Esa es como la anécdota más linda. Después vivíamos cambiándonos nuestros esmaltes y cosas. Ella amaba eso. Amaba los aros, y vestirse bien y eso. Las botas, ella tenía unas que me quería dar que eran hermosas. Y para un 15 ella me ayudo a vestirme. Ella en su propio último cumpleaños me dijo que después me lleve la torta que mi mama le habia hecho, porque tenía una cubierta o cobertura de chocolate y ella sabía que yo amo el chocolate, ella me dijo "llevatelo que a vos te gusta eso". Ella me conocía mucho.
Era una diosa. Me acuerdo cuando se hacía la modelo o movía el pelo como Susana, o cuando se reía, esa risa... la tengo grabada. A veces tengo miedo de olvidarme su voz. No me acuerdo ni la de mi abuela paterna ni la de mi abuela materna. Pero estoy tranquila ahora, porque por ahora... se que no la olvido. La quiero mucho, mucho.
Ella amaba sonreír, y yo amaba verla hacerlo.
En este viaje, mi tío y mi papá la cargaban a mi tía. Les habían dado unos bizcochos de muestra y no terminaron de irse del lugar que mi tía ya los había abierto JAJAJAJA. Hasta en eso éramos iguales.
Me acuerdo de la última vez que salimos juntas. Ella y yo amábamos la peluqueria... que las manos, que las uñas, que los pies, que el corrector de uñas, que lo esmaltes, que todo. La última salida fue a una peluquería. Imaginen que entramos a las 15hs, hora en que teníamos turno... y salimos a las 8 de la noche. A LAS 8. 5 horas en una peluqería, repito... uñas, pelo, canas, corrector.... éramos dos mierdas. Mi tía salio con un batido en el pelo "re top" (como diría ella) y yo con el pelo tipo las minas de las propagandas de Shampoo.
Esa es como la anécdota más linda. Después vivíamos cambiándonos nuestros esmaltes y cosas. Ella amaba eso. Amaba los aros, y vestirse bien y eso. Las botas, ella tenía unas que me quería dar que eran hermosas. Y para un 15 ella me ayudo a vestirme. Ella en su propio último cumpleaños me dijo que después me lleve la torta que mi mama le habia hecho, porque tenía una cubierta o cobertura de chocolate y ella sabía que yo amo el chocolate, ella me dijo "llevatelo que a vos te gusta eso". Ella me conocía mucho.
Era una diosa. Me acuerdo cuando se hacía la modelo o movía el pelo como Susana, o cuando se reía, esa risa... la tengo grabada. A veces tengo miedo de olvidarme su voz. No me acuerdo ni la de mi abuela paterna ni la de mi abuela materna. Pero estoy tranquila ahora, porque por ahora... se que no la olvido. La quiero mucho, mucho.
Ella amaba sonreír, y yo amaba verla hacerlo.
En este viaje, mi tío y mi papá la cargaban a mi tía. Les habían dado unos bizcochos de muestra y no terminaron de irse del lugar que mi tía ya los había abierto JAJAJAJA. Hasta en eso éramos iguales.
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