Sevilla
El amor y llorar a cántaros
costumbres que nos acompañan
en todas partes del mundo.
La incertidumbre y amar
y comer y dormir
sin respirar.
El cansancio
de no saber
si la línea paralela va en ascenso
si deja de ser paralela
si nunca se cruza.
El amor y el mar.
Y las olas y el invierno.
Todos
son recuerdos
que nos llevan a lugares
en donde el cuerpo no nos pesaba
de amar.
Sino que flotábamos
en el aire
en el océano
en el cielo celeste
sin una sola nube.
Ahí
justo ahí
donde está el amor más profundo:
el de arrancar de nuevo
el de sentirse bien
y ser feliz
y tener a quien abrazar.
Ese
el amor más fuerte de todos
más fuerte
que el que nos duele de vuelta a casa
y no nos saluda como lo hizo ayer
más fuerte
que el que nos trata y nos destrata
nos acurruca y nos desprecia
nos quiere lejos
lejos del mar.
Mucho
mucho más fuerte
que aquel día en que no te devolvió el abrazo.
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el amor
el mar
el océano
el cielo celeste
y el sol
siempre serán más fuertes.
Podés ser
la sonrisa
en medio del final de mi rutina.
Podés ser
una bella hoja
caída del más cálido otoño.
Pero nunca
nunca serás
el amor en primavera.
Ojalá
florezcas.
Yo también intentaré hacerlo.
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