Wildest Dreams

Me dan miedo los sueños. En cierto punto... me dan miedo.

Estuve pensando en unas cuantas cosas. Una de las últimas fue esto de que me gustara el primer chico que se me pasase por en frente. Bueno. ¿Nunca les pasó de estar hasta las manos con uno... y acordarse de lo que sentían por otro? Porque eso me paso. Y repito, los sueños son raros, los sueños me dan miedo.

Tuve un sueño muy particular, digamos que fue un sueño donde se juntaron todas las pruebas que yo necesitaba para seguir adelante con mi vida. La prueba más simple fue que en el sueño, yo era rubia, cosa que me sirvió para confirmarme de que nunca me decolore el pelo porque realmente me quedaría horrible. Pero hubo otra. Otra que fue más extrema que esa, que se relaciona con lo que mencionaba anteriormente. Soñé con, digamos, el último chico que me gustó antes del que me gusta... o creo que me gusta ahora. Y anteriormente hablaba de pruebas. Porque siempre que me gustaba un chico nunca realmente tuve una prueba clara de que el anterior me había dejado de gustar. Pero ahora fue distinto. Digamos que al chico anterior lo vi una sola noche y nunca me olvide de él después. Pero a este de ahora lo veo casi siempre. Es distinto. Y cuando le conté a una de mis amigas sobre todo lo que vino pasando últimamente le dije que no era nada en serio, que lo que me pasaba ahora nada más era que uno de los chicos en cuestión me llamaba la atención. Pero por algún motivo, a partir de que le dije eso empezaron a caer del cielo un montón de pruebas de que este chico realmente me importaba.

Es raro esto de los sueños. Porque en el sueño estaba el chico anterior, aquel al que le escribí el post Dear John. Estaba ahí, y no sentía nada por él. Si hay algo de realidad que tienen mis sueños, es que cuando sueño con aquellos chicos que alguna vez me llamaron la atención, en el mundo de los sueños siguen siendo eso. Digamos, cumplen su papel acutal, y si eso se modifica, cumplen un papel mas avanzado, pero en mis sueños esos chicos nunca son indiferentes. Y el sueño que tuve me hizo darme cuenta de que aquel John ya no me gustaba. Me hizo darle más importancia al chico acutal.

Y también me da miedo la vida, porque aquel día en que dije que el chico actual no me importaba me crucé a alguien del pasado y no sentí nada. Es más, me empecé a reír en el medio de la calle porque sentí la satisfacción de haberlo superado. En si, todo me da miedo. No sé si es miedo o es otra cosa, pero no deja de llamarme la atención. No es la primera vez que se me juntan tantas señales en un lapso muy corto de tiempo con mensajes subliminales, pero creo que es la primera vez en que si les estoy haciendo caso a esas señales.

¿A que me refiero? A que toda la vida vi pasar a esos chicos importantes, los vi vivir y los vi tener miles de novias mientras yo me moría por estar con ellos. Pero quiero dejar de morir por eso. Quiero buscar. Si hay algo por lo que nunca salí a buscar lo que quise fue por el miedo al rechazo, bueno, quiero dejar de tenerle miedo al rechazo, quiero valorarme un poquito más.

Y si me rechazan, quiero seguir entera, no quiero deshacerme otra vez.


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