El Mundo Gira
Quería hablar de la vida y de las personas, de que a ella le pasa lo mismo que a mi y que a mi me pasan tantas cosas... Y quería decir que estoy perdida en la traslación y en los resúmenes de colores. El mundo es de color y de repente es blanco y negro. Porque no hago más que verte y escuchar los piojos, mientras todo lo que el resto del mundo puede escuchar es viento, o ruido, o ambos.
O ninguno.
La ignorancia cuesta caro, ¿sabían? Lo aprendí en este año turbulento y es un error que me pesa. Es un error que mi cuerpo y mi alma no pueden remediar y nos está costando caro. Y todos los días me odio un poquito por eso.
Un sentimiento demasiado fuerte como para olvidar se llevo mi esencia y mis ideales, porque necesito que sepas algo y es que siempre fui blanda e insegura. Necesito que cuando me insultes escuches mi grito de enojo y angustia mientras mirás mi rostro tieso y callado. Necesito que sepas que cuando me enojo soy una verdadera mierda que no sabe controlarse, y quiero que agradezcas que yo sea sumisa para el afuera, porque eso te salva de no tener que tolerar esta locura de porquería que me carcome bastante seguido. Cuando me veas sonreír, no creas que hace dos segundos atrás no estaba en mi casa llorando a los gritos por no encontrar la ropa que quería ponerme, o porque se me hizo re tarde. Solo quiero que entiendas que soy extremadamente enamoradiza, y que he intentado no volver a caer en las mismas redes pero simplemente no puedo dejar de querer. Y mi corazón no puede dejar de sentir. Me caigo, me destruyo, me desarmo y me rearmo. Me pongo de rodillas, me pongo de pie, y simplemente sigo caminando.
Me duelen las injusticias. Me duele la ignorancia de quienes me creen ignorante. Me duele el pasado, pero por suerte ya no me pesa como antes.
Debo decir que en un punto, y solo en uno... todo está justo en el lugar en que tiene que estar: mis amigos. Porque viví bastante tiempo aferrada a historias sin fin y sin sentido. El tiempo me hizo entender que uno está en el momento y el minuto exacto en donde está porque tiene que hacerlo. Que si llegas tarde es porque tenes que estar ahí, llegando tarde. Que si se te pasa el micro... se te tenía que pasar, y te tenías que tomar el otro. Entonces, en base a eso, hoy miro mi vida y puedo entender que estoy en donde estoy por algo: un amor, un objetivo, una experiencia o una enseñanza. No importa, estoy por algo. Y si el cine no es lo mio algún día lo entenderé. Y si él no es para mi, el tiempo y mi alma sabrán darme la respuesta.
(Igual, el tiempo me está dando la respuesta)
Los días y las noches se esfuman más rápido que las ilusiones. No soy la persona más positiva en estos días pero lo único que sé, es que de todas maneras uno tiene que ponerle ganas. Tratando de evitar los nervios e intentando respirar entre tanta preocupación, es como aprendí a ponerme bien y sentirme bien en momentos turbulentos. Uno pasa por tantas cosas en la adolescencia que, sin darse cuenta, en algún punto te ayudan a estar parado en donde estás parado, pero sobre todo: a estar parado, a estar de pie.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgvO-k4GEC4iNPvgtrUOuV64oag1nR9WB16f-EP5z9wJaoGA4sBMiWTfzT0sQB6fP_AqKcokfPteZB1RhIC3w_Z39No7ravf1JvxPfrz4PDLMDDX9vh608qQBI3qlr6J0m76YAWIfloEiag/s400/263404677.jpg)
Debo decir que en un punto, y solo en uno... todo está justo en el lugar en que tiene que estar: mis amigos. Porque viví bastante tiempo aferrada a historias sin fin y sin sentido. El tiempo me hizo entender que uno está en el momento y el minuto exacto en donde está porque tiene que hacerlo. Que si llegas tarde es porque tenes que estar ahí, llegando tarde. Que si se te pasa el micro... se te tenía que pasar, y te tenías que tomar el otro. Entonces, en base a eso, hoy miro mi vida y puedo entender que estoy en donde estoy por algo: un amor, un objetivo, una experiencia o una enseñanza. No importa, estoy por algo. Y si el cine no es lo mio algún día lo entenderé. Y si él no es para mi, el tiempo y mi alma sabrán darme la respuesta.
(Igual, el tiempo me está dando la respuesta)
Los días y las noches se esfuman más rápido que las ilusiones. No soy la persona más positiva en estos días pero lo único que sé, es que de todas maneras uno tiene que ponerle ganas. Tratando de evitar los nervios e intentando respirar entre tanta preocupación, es como aprendí a ponerme bien y sentirme bien en momentos turbulentos. Uno pasa por tantas cosas en la adolescencia que, sin darse cuenta, en algún punto te ayudan a estar parado en donde estás parado, pero sobre todo: a estar parado, a estar de pie.
Comentarios
Publicar un comentario