Love on the Brain

(Amor en el Cerebro)


Amor en el cerebro, en la mente... sería algo así como obsesionarse... pero en el cuerpo me siguen pasando cosas. Las piernas se siguen aflojando, el corazón sigue latiendo más rápido y no dejo de sonrojarme. Me lo nombran y los ojos... los ojos siguen brillando.

Ya no tengo tan en claro la cuestión de escribir porque hace meses que no deja de pasarme lo mismo, pero en este momento estoy en la cima, en el tope de una idea que no hace más que torturarme: tuviste oportunidades, boluda, y si las hubieses aprovechado hoy hablarías de otra cosa, y contarías una historia diferente.

Creo que todo se trata de eso. Y recién hoy me di cuenta. Sabía que había fallado esas pocas veces pero... recién hoy doy con la idea de que a todos siempre les cuento la misma historia, nunca cambia ningún detalle. Y mis ganas de volver a sexto año son cada vez más fuertes. Entrar al salón, saludar a todos y haciéndome la desentendida cuando solo espero a que él llegue. Y así todos los días. Cada vez que el tiempo pasa (y el tiempo pasa constantemente, por ende eso incluye el ahora) no puedo dejar de acordarme de todas las cosas en las que coincidimos. Porque si algo es increíble, es haber coincidido en tantos lugares, a la misma hora, en el mismo momento... y sin embargo, estar ubicados en dos espacios totalmente distintos. Porque yo no sé que te pasó a vos conmigo pero yo vi luz y seguí derecho. Y si alguna vez, de esas pocas en las que respondiste a mi pregunta, yo hubiese hecho algo, hoy no estaría cansada de contar todas las señales que me diste, estaría contando... no sé que cosa, pero se que sería otra cosa que me daría derecho a pedirme perdón no por no haber hecho nada, sino por haberte dejado ir. O si todo hubiese salido bien, no tendría que pedirme perdón, simplemente estaríamos tirados en el pasto escuchando canciones de Amy Winehouse. 

El otro día hablaba de fotos. De esas en las que vos salís y yo también salgo. Recién ahora me acordé de eso y me puse a buscarlas, porque con contarlo y acordarse uno no puede hacer mucho. Entonces encontré la que más me gustó de todas, y me puse a llorar. Porque, la puta madre, tan mal no quedamos eh. Y ese día fue especial porque podría haber hecho algo, como siempre (como siempre). Pero, si, como siempre... no hice nada. Y a veces deseo con todas mis ganas volver para atrás, pero no se puede retroceder en la vida. Lo que acabas de hacer hace un segundo ya forma parte del pasado. Es así. Y cosas que cada vez me queman más la mente, como leer algo que dice que "con una persona no podés arrancar de 0 cuando ya vas por el millón". Entonces me puse a pensar, ¿Por dónde vamos nosotros? ¿Alguna vez arrancamos?

¿Acaso no empezamos nunca?


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