Un gracias no alcanza

A ver, por donde empezar. Suelo sentirme sola, suelo sentir amor, suelo sentir muchas cosas. Hay muy pocas personas que te entienden, muy pocas personas que te escuchan, y muy pocas que están dispuestas a hacer todo eso a la distancia. Yo conozco a algunas, y la gente que lee mi blog ya lo sabe. Pero ahora voy a hablar de una sola, una muy especial.

Hay pocas amigas que no te juzgan. Si algo siempre amé de los amigos a distancia es que no te conocen por tu físico. Son las únicas personas en el mundo a las que le das todo de vos. Porque el hecho de que no te conozcan, que no sepan como es tu cara o como es tu físico, realmente logra que uno se expanda más en cuanto a personalidad. Ella me permite eso. Ella es así. Es loca, divertida, cuando estas mal te hace acordar de todas las cosas buenas de la vida, por supuesto que es hermosa como no podía ser de otra forma, y se llama Lucía. Lulu. Luli. Lulin. Cara de pato. Etcétera.

Lulin, gracias. Gracias infinitas. Por cada palabra que me decís, desde un hola hasta un te adoro, cada palabra tuya me cambia. Sos esa persona que siempre está cuando se la necesita, me haces olvidar de todos mis problemas, me distraes, y sos una de las pocas personas que definitivamente cree en mi, ¿Saben lo importante que es eso? Importantísimo. Gracias por bancarte mis ataques de locura, mis ataques de loca histérica que tengo de vez en cuando (siempre). Sos de esas personas que, cuando una tiene ganas de tirar todo a la mierda, va y la para. Pero también sos de esas que deja llevarse por la locura en todo su esplendor, y tira todo a la mierda con vos. Por eso la amo.

Gracias por ser tan loca, tan divertida, tan ocurrente. Están como muy trillados los discursos hacia las amigas, pero yo realmente siento cada palabra que escribo. Lucía, te mereces todas las cosas buenas del mundo, por ser como sos, por todo lo que das, y porque realmente todo lo bueno vuelve. Te va a volver todo lo bueno. Gracias amiga, gracias. Te mereces tener a alguien al lado que te quiera y que te valore, y que sepa de las miles y miles de cosas que podes dar. No tengas miedo, o tenelo, pero no tanto, y sabe que cuando lo sientas, ahí voy a estar para protegerte.

Chau nos vimo en disney.


Algún día vamos a poder reirnos así de la vida, de todos nuestros problemas.

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