highlights del último domingo de silencio
Mi papá se enteró. Por las malas, pero se enteró. Mi mamá no paraba de gritar insultos en todos los idiomas. Soy bastante jodida pero cuando me rompen me desarman. Y eso a mis papás no les gusta.
El dolor pasó rápido. Quizá solo lograron sacarme dos o tres piezas. Lo único que hacía era llorar mientras repetía la letra de cardigan en mi cabeza. Nunca entendí bien qué quería decir taylor swift con eso de dibujar estrellas alrededor de las cicatrices, pero algo de todo lo poco que pasó hoy me hizo comprender por qué esas cicatrices volvían a sangrar en su canción. Hay gente que viene a tu vida para sanar todas las heridas, pero nunca deja de mirar tus recuerdos a los ojos. Los guarda en una caja que sólo será abierta el día en que te equivoques.
Claro, si es que te equivocas.
Pero hay otros que eligen utilizarlos de otra forma. Quizá no saben por qué, pero saben lo que te duele. Esas, para mi, son las peores armas. Porque yo me acuerdo de todo lo que pasó en mi vida, y me lo pueden recitar en diez idiomas distintos. Lo que nunca esperas de los que te quieren, es que tomen otras armas y disparen justo justo de la forma en que te duelen. Hoy me lo dijo mi mamá: sabía que te iba a doler, y lo hizo igual.
Las mamás siempre tienen razón.
Cuando abrimos la caja de recuerdos, mis papás y yo no encontramos errores. No confío en aquellos que dicen que nunca se equivocan. Yo lo hago bastante seguido, pero sé reconocer cuando lo hago.
Sólo que acá, no lo reconocí.
Volví al pasado una y otra vez con la esperanza de encontrar algo.
Revisé todos los escondites, abrí todos los cajones.
Di vuelta todos los colchones.
Y nunca pude comprender por qué.
Pero esta bien, siempre está bien. Siempre está todo bien. Siempre vamos a estar. Siempre vamos a poder colgarnos del discurso de la adultez para ser una mierda con el otro. Quedate tranquila, nunca te voy a arrebatar eso. Está tan adherido a tu ser que no quisiera molestarlo. Y hoy, volviendo para atrás, lo encontré en los inicios de nuestra amistad. Siempre fuiste así. Siempre hiciste todo lo que me hacía daño. Siempre logré quererte igual.
Pero mi papá dice que con sus amigos nunca pasaron estas cosas. Y mi mamá dice que un amigo no hace algo cuando sabe que te va a doler.
Y los dos me dijeron que me aleje.
Y los dos me dijeron que no te merecías a una amiga como yo.
Y las mamás siempre
(siempre)
tienen razón.
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