La reina de las fantasías
Llega el otoño y se caen todas las hojas de mi árbol. Camino de un lado a otro buscando lo que olvido, porque cuando algo me duele me olvido de todo. Entonces, sentís que golpean la puerta. Y si, es ella. La reina de las fantasías. Te duele todo el cuerpo por cosas que nunca jamás pasaron. Quinientos futuros por minuto y en todos lloras hasta el amanecer. Pero el problema aparece cuando dejan de ser fantasías y alguien toma la terrible decisión de materializarlas. Algunos de los actos más simples esconden noches de insomnio entre un sí y un no. Algo tan simple que llega a mi a través de voces ajenas y transforma en realidad los miedos más genuinos que supe tener. Hace una semana que le lloro a la pared, al techo de la casa de mi novio, a la perra mientras duerme, a los amigos que me dejaron atrás en tan solo instantes. El dolor es infinito y las lágrimas también. Y las cosas duelen mucho y no hay lugar para la poesía. Porque me levanto de la silla y me detengo a mitad de camino: ¿...