Siempre escribo desde el dolor: siempre desvío hacia el camino de la crueldad. Hace dos meses me separé. Conocí a una persona increíble, y fueron 4 años hermosos, pero la relación llegó a su fin. Dejó la vara en el cielo, algo de lo que estoy profundamente agradecida dado que el 90% de la población masculina deja mucho que desear. Nos amamos, nos quisimos, nos acompañamos, nos hicimos felices, nos hicimos reir, nos hicimos un poco de daño sin querer, y un día nos dijimos adiós. Pero afuera no había nadie. Vuelvo a repetir: lo hago desde el dolor, no desde la crueldad. Lloré toda la tarde del sábado. Lloré hoy mientras amasaba los ñoquis, por primera vez en el año, sola. Lo cierto es que oscilo entre el pasado y el presente. Oscilo entre el contacto cero y el contacto cien . Si estas leyendo: quiero que sepas que esto no es tu culpa, que nosotros estamos bien, que hemos hablado infinidad de veces de cómo fueron ellos con nosotros, conmigo, con todos. Ese es el dolor desde el que hablo ...